VOX: Ni contigo ni sin ti.

El PNV le ha dicho al partido de Núñez Feijóo que no tiene nada que pactar mientras sigan ligados a los fascistas de VOX.

¿Qué tendría que hacer el PP para conseguir, al menos, la abstención del PNV?

Primero entonar un mea culpa y dejar de hablar del derecho de la lista más votada cuando han trasgredido esa norma en Extremadura y Canarias; una clara nuestra de cinismo y hipocresía de Feikóo.

Pero lo más importante para el PP sería poder desligarse de esa horda ultra.

¿Cómo? Resulta obvio que los escaños que VOX ha conseguido en las Cortes y en las Comunidades Autónomas, así como los concejales en capitales de provincia y en grandes ciudades, son propiedad de quienes los obtuvieron, pero no así los cargos que disfrutan por cesión del PP, a quienes y como muestra de buena voluntad para la democracia debería cesar. Sí, cesar a los cargos cedidos a VOX, empezando por ese chuleta de opereta de Castilla y León, por el torero de Valencia u otros personajes del más rancio fascismo.

Y ¿que pasaría si aceptaran ese supuesto? Pues lo más probable sería que la horda ultra les negara los escaños para la investidura, ya lo hicieron en la sesión de apertura de las Cortes; total por un puestito en la mesa de Congreso.

O sea, que como dice el bolero, “ni contigo, ni sin ti”.

30 de Agosto, 2023

Feikóo se siente más solo que la una. Desesperado y, quizá mal aconsejado, llama al Presidente a una charla a dos; Sánchez responde inmediatamente.

Feikóo le mendiga a Sánchez que le deje gobernar dos añitos, que después convocará elecciones.

Más que una autohumillación parece una estupidez impropia de un político que aspira a la presidencia de una democracia moderna. Como alguien ha señalado creía estar negociando un ayuntamiento de 5.000 vecinos.

¿Qué pensaba que iba a responderle quien ha sufrido el escarnio, los insultos, los bulos , los embustes del PP y de su caverna mediática; y que ahora tiene el triunfo a su alcance?

Ha sido una de las últimas bazas de Feikóo para salvar su pellejo, su futuro político. Ya intentó acercarse tímidamente a Junts, otro intento bobo, para jolgorio del prófugo Puigdemont y para darle bazas a Sánchez en sus negociaciones con el grupo catalán. De partida contaba ya no solo con la oposición del presidente del PP catalán Alejandro Fernández, sino también con las “recomendaciones” de lady Macbeth desde la Puerta del Sol de Madrid, en las que sostenía que solo se puede negociar con “los que no quieren la ruptura de España” y “que no se puede seguir pagando la fiesta independentista”.

En fin, Sr. Feikóo, ha sido una corta travesía, con la emoción del viento favorable de unas encuestas en las que solo sus aduladores creían, pero a las que la dura realidad han puesto en su sitio. Si Ud. cree que su viaje a Itaca ha merecido la pena, pues que Dios se lo bendiga.

No le vamos a dar ningún consejo, Sr. Feikóo, porque su causa está perdida y ya casi amortizada. Tuvo Ud. su oportunidad, pero no el valor para defenderla; la bruja de Sol y el psicópata de la COPE le ganaron la zona con un simple whats'up.

Pero por simple caridad, le aconsejaríamos que hiciera como aquel predecesor en la presidencia de su partido, el que sintió que no tenía los apoyos suficientes para el nombramiento y renunció a la investidura; bien que los hados le favorecieron cuando “el coletas”, en un acto de soberbia y de infundada prepotencia -asaltar los cielos- nos obsequió con dos años más de rajoismo; hasta que llegó perro Sánchez y mando parar.

Sí, ahora voy a llamarlo por su nombre, lo de Feikóo era un simple juego de palabras con fake. pronunciado “feik”, que en español significa falso, embustero.

Sí Sr. Feijóo, este mes que resta hasta el 26S, le va a resultar a un largo calvario. Va Ud. a hablar no sé con quién realmente, con algunos políticos que ni pinchan ni cortan; algunos, como los del PNV, le atenderán por pura cortesía, aunque sea por teléfono.

Rechazan Uds. hablar con Bildu, y la verdad, no lo comprendo, son mucho más respetuosos con el sistema político y con la Constitución que su Partido Popular, que lleva cinco años oponiéndose a la renovación del Poder Judicial, pese a las recomendaciones de la UE. Un bochorno anticonstitucional.

Sí, Sr. Feijóo, si yo estuviera en su lugar, procuraría emprender una discreta retirada y no me me presentaría a lo que puede resultarle un penoso suplicio. No le van a faltar reproches. Van a ir todos contra Ud., presumo que incluso sus compinches favoritos, los de la horda facha.

Ya puede Uds. imaginar quien está oliendo sangre, pero ca, madrileños cerveceros, esa tonta del bote tiene menos posibilidades de presidir el Gobierno de España que la Sra. Belén Esteban.

Parece una mente mefistofélica, pero en realidad es solo una ansiosa Fausta dominado por el verdaderos demonios de la caverna de Madrid, y manejada por su beodo consejero áulico.

Como dijo el ácido cronista deportivo José María García:

 “Tú hablas 15 minutos con Ayuso y dices: pero coño, si no hay una cosa mejor en este país vamos a cerrar la tienda”.

Bastaría con recopilar sus aforismos para dudar seriamente de su coeficiente intelectual.

JGM

RUBIALES, DE JULEN A JENNI (by JF Blanco)

 

Poco antes de comenzar el Mundial de Rusia 2018, el seleccionador español, Julen Lopetegui, anunciaba su fichaje por el Real Madrid para después del gran evento. Este anuncio, extemporáneo y totalmente evitable, conmovió al fútbol español, y millones de ojos se volvieron a mirar la reacción del presidente de la RFEF, Luis Rubiales. Este, que aún no estaba en Rusia, anunció que no tomaría una decisión hasta hablar con Julen en persona.

Esto suponía un margen de uno o dos días; en ese intervalo hablé con dos o tres personas y todas opinaban que Rubiales mantendría a Lopetegui en el puesto, ya que, pese a su metedura de pata, era lo mejor para el equipo.

Yo estaba de acuerdo con esto último, pero no con lo primero: sin conocer en profundidad a Rubiales, como personaje público ya había dado muestras de su carácter autoritario y poco dado a perdonar ofensas. El daño a la selección lo podía perdonar, pero la afrenta personal, el desafío a su autoridad, jamás.

Por una vez tuve razón y, a pesar de las 30 o 40 horas que tuvo Rubiales para contar hasta diez, cuando llegó a Rusia tardó veinte minutos en fulminar al ex-portero. Como motivo expuso, claro, el daño causado al equipo; pero ese daño ya estaba hecho y su decisión solo sirvió para aumentarlo. La verdadera razón del despido (en mi opinión) era demostrar que él era el jefe, el macho alfa, el más poronga, como dicen en Argentina (por lo menos en las series carcelarias de Netflix).

Las consecuencias de su chulería fueron de largo alcance: además de la crucifixión pública del ofensor (más que probable títere en este caso de un ser superior; pero esa es otra historia), asistimos al ninguneo de su ayudante Celades y al mal gesto de Fernando Hierro cuando se vio obligado a cambiar sus queridos traje y corbata por el chándal de entrenador. En cuanto a la selección, pasó por la fase de grupos dando tumbos y se despejó de un golpe los famosos cruces cayendo en octavos ante los anfitriones.

Cierto es que no sabemos qué habría pasado de haber seguido Julen en el cargo, pero difícilmente habría sido peor que la realidad. En todo caso, nadie pidió responsabilidades a Rubiales por su decisión. Siguió quitando y poniendo seleccionadores y manejando el fútbol español a su antojo.

(Como colofón, Lopetegui, que lloró de emoción por el recibimiento que le hizo Floren cuando todavía le dolía esta patada en el culo, recibió otra apenas tres meses después; pero esa también es otra historia).

En los años transcurridos desde aquel episodio, Rubiales ha tenido una trayectoria relativamente tranquila. Ha habido cambios de seleccionador, polémica por ciertos contratos, enfrentamientos con la Liga… nada del otro mundo. Su carácter chulesco no se ha visto seriamente puesto a prueba, aunque ha tenido ocasión de asomar aquí y allá.

Pero resulta que en ese mismo período creció como la espuma un fenómeno social que, si bien llevaba años de recorrido, en España siempre había sido anecdótico: el fútbol femenino. No hay aquí espacio para detallar el progreso del mismo, tanto en lo tocante a clubes como a la selección (motín incluido hace un año). En el capítulo final (por ahora), esta selección, pese a la renuncia de doce jugadoras, se vio en la final del mundial y la ganó.

Y aquí reaparece Luis el más poronga Rubiales, pero en su vertiente de depredador sexual: es el gañán alfa, irrespetuoso con las mujeres, despectivo con los hombres que le critican, inasequible al sentimiento de culpa.  El beso a Jenni Hermoso, con ser lamentable, es casi lo de menos, comparado con la ristra de acciones posteriores, que no tienen desperdicio. Así, a los que le critican los llama idiotas, tontos del culo y pringaos. “Es un pico entre dos amigos”, dice. No lo sería tanto, si a Jenni no le gustó, como ella misma dejó claro.

Pero el momento impagable de todo esto es la disculpa que emitió al día siguiente. Como dice Jabois en su gran artículo, no tenía ni idea de por qué se estaba disculpando. Alguien por encima de él (qué difícil es para esta gente tener a alguien por encima) le había obligado a hacerlo y lo hizo, pero de verdad, hombre, que no había necesidad ninguna. Como cuando la Guardia Civil te obliga a soplar y tú solo llevas tres cubatas.

Las palabras del contrito no tienen desperdicio. “Ocurrió de manera muy espontánea” (por su parte, claro). “Sin mala fe por ninguna de las dos partes” (solo faltaba que acusaras de mala fe a Jenni. ¿Por qué? ¿Por no responder con una buena patada en donde duele?). “Tengo que disculparme, no queda otra” (que si quedara, aquí iba a estar yo). “Es una pena que lo sucedido empañe este gran momento” (sí que lo es; a ver si la próxima vez no la cagas).

Hay más: bromitas sin gracia sobre su futura “boda” con Jenni, presiones a la jugadora para que apoye su versión, comunicado falso de la Federación poniendo en boca de Jenni cosas que no dijo, tocamiento de genitales (los suyos esta vez, menos mal) en plena celebración pública… Todo el repertorio del gañán alfa.

Como dije anteriormente, ante esta catarata de reacciones, el beso es lo de menos. Si se hubiera disculpado sinceramente a la primera (momento emotivo, me dejé llevar, lo siento mucho, no volverá a suceder, el elefante ya estaba mayor…), otro gallo le cantaría. Ahora se ve abocado a una más que posible destitución, y la situación lo pilla totalmente desprevenido. Como siempre que un tipo de estos descubre que no puede hacer todo lo que le venga en gana.

(Es una reflexión de J.F. Blanco)

El bulo de la “cocina” de Tezanos y una glosa.

 Al final lo que las encuestas triunfalistas de los medios de la derecha pregonaban resultó ser un fiasco. La aproximación más acertada fue la del CIS.

El bulo de la “cocina” de Tezanos es tan fácilmente desmontable que avergüenza que políticos que tienen que representar a más 48 millones de ciudadanos alimenten ese engaño.

El CIS es un organismo autónomo,  independiente, formado por más de cien funcionarios y contratados, que hace continuos estudios probabilísticos. Le asisten dos grupos consejeros formados en su mayoría por catedráticos de diversas universidades, uno de consejeros a la Presidencia y el segundo de apoyo. Si no recuerdo mal al menos uno de ellos lo componen sabios no remunerados.

El CIS cuenta con un comité de ética formado por tres trabajadores del organismo que garantiza su independencia.

El modelo utilizado para la predicción del voto es el establecido en 2020, con ligeras correcciones recientes, tales como la de evitar una minusvaloración de los votantes de VOX, probablemente motivada por el voto oculto -parece que algunos encuestados se avergüenzan de decir que votan a VOX.

Naturalmente todos los resultados de las encuestas, tanto los datos brutos como el modelo que utiliza el CIS, son de dominio público, como no podía ser de otra forma. Así pues, cada cual puede recogerlos y cocinarlos con su propia metodología.

Según reconocían quienes modificaron el modelo en 2020, las variables de ese modelo eran simplemente dos: la intención declarada de voto de los encuestados y la simpatía. La simpatía consiste en valorar las respuestas de los indecisos según sus inclinaciones por los candidatos. El resultado se compara finalmente con los resultados de consultas anteriores. Recordemos que en Junio de 1993, Felipe González derrotó a Aznar, contra todo pronóstico, porque el índice de simpatía de González era significativamente superior al de Aznar.

 Previo a las elecciones del 23J, el índice de simpatía lo encabezaba Yolanda Díaz, seguida de Pedro Sánchez´, -en los recientes estudios, tras el 23J, Sánchez se ha emparejado con Yolanda, quedando atrás Núñez Feijóo.

En suma, la cocina de Tezanos, tal como dijo el matemático probabilista que modificó el modelo en 2020, consiste básicamente en esas dos variables; sabido es que los modelos con muchas variables pueden llegar resultar ingobernables.

Los resultados de las elecciones nos llevan a pensar que los medios que auguraban tan amplia victoria al PP de Núñez Feijóo cocinaron los datos al alza. ¿Por qué? Posiblemente porque en la euforía de la prevista aplastantante victoria tras los resultados del 28M querían favorecer el efecto bandwagon, hacer que los votantes se subieran al carro del vencedor, frente efecto underdog, el de los que simpatizan con el presunto perdedor. ¡Ale! se dijeron ¡Todos a La Moncloa!

Y vaya una glosa final.

Parece que el Partido Popular ha tocado techo, que desaparecido el partido fantôme que creó el IBEX 35 para contrarrestar al “coletas”, solo puede haber trasvase de votos entre él y los ultras de VOX.

Las dudas crecen en las filas del PP sobre si aceptar la derrota o presentarse a la investidura. Después de lo visto en la formación de las nuevas Cortes, las cuentas no les salen. ¿Qué pretende Feijóo ¿entonar el canto del cisne? Él no es un buen orador, aparte quedan sus marrullerías y embustes en aquel aciago debate a dos, pero sobre todo porque no tiene nada positivo que decir. Solo diría que va a acabar con el sanchismo, como si ese ismo fuera equivalente a una de las grandes ideologías; cuando lo que va a decir es todo lo que queda de VOX le va a dictar al oído.

 ¿Seguirá con el sonsonete de que los partidos nacionalistas quieren romper España? unos partidos nacionalistas -Cuca Gamarra y Elías Bendodo los llaman separatistas, mostrando en sus rostros un rictus de profundo desprecio. 

¿Va decir, a propuesta de VOX, que se acabó lo del “Orgullo gay” en las vías públicas, que los emigrantes ya pueden empezar a hacer las maletas o que las mujeres donde mejor están es en sus cocinas?

 O ahora, quien manda en VOX tras la purga de ultraliberales es ese ayatola, ex falangista y ultracatólico ¿le pedirá al PP que los niños en los colegios canten el Cara al sol por la mañana y recen el rosario por las tardes?

El Rey empezará enseguida a recibir a los líderes de los partidos con representación parlamentaria, y si tiene a mano la calculadora podrá ver que todos los grupos, unos de forma explícita y otros en su presencia, niegan su voto a la candidatura de Núñez Feijóo, salvo quizá los minoritarios canarios, UPN (un escaño cada uno) y posiblemente VOX.

¿Qué pretende el Partido Popular con su intento de investidura? ¿Recordar que aunque haya ganado las elecciones no tiene apoyo popular?

¿Va a insistir en lo de los que quieren romper España? La España que el PP y VOX consideran de su única propiedad?

Si insiste en asistir a la investidura, le auguramos una triste despedida de la política. Todos los grupos, incluyendo VOX, no van a tener la menor piedad con él; no ya solo por sus amistades peligrosas -Yolanda Díaz no olvida-, como por sus pactos de Gobierno con esa horda neofranquista, ultracatólica, antieuropeísta y, por decirlo más claro: fascista; dispuesta a liquidar todos los derechos adquiridos por los ciudadanos en las últimas décadas.

El PP verá si sigue denostando a los partidos nacionalistas: separatistas, rompeespaña, terroristas, etc... Tienen muy crudo
llegar a gobernar algún día sin alguno de ellos.

JGM