lunes, 7 de febrero de 2022

Eructos ante el micrófono

 

 

Según la Losantos, su programa de Es.radio, ha llamado a Casero y al ‘número dos’ del partido, Teodoro García Egea, “el tonto de Cáceres y el tonto de Murcia” (Suerte que Casero naciera en Trujillo y no en Coria)

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“Esto es lo que pasó ayer, dos garrulos que no deberían estar en el Congreso en ningún puesto de responsabilidad y son los que mandan”, ha dicho el periodista, que ha rechazado el argumento del PP de que se produjo un error informático en el voto telemático de Casero.

“Que no hay ningún error informático, que es el error de este bobo y del tonto de su jefe y del tonto del jefe de su jefe que tiene al frente del grupo parlamentario a semejante nulidad”, ha afirmado.

“Macarena tiene que arreglar los desperfectos del teodorismo estúpido, han quedado como idiotas. A ver Pablo, que tienes en tu mano derecha un tonto cuya mano derecha es lelo que han quedado como idiotas. No quieren reconocer que es que son tontos. Dicen: ‘Es un error informático’. No hay ningún error informático, se confirma el sí y el no dos veces en el ordenador”, ha proseguido.

Losantos ha asegurado que Casero se confundió porque “estaría viendo porno o, lo que es peor, estropeando las elecciones de Castilla y León porque, bueno, si ve porno no hace daño a nadie”.                                              Prosigue el periodista

“Lo que vimos ayer es una bola de sebo sudorosa que demostraba que Teodoro es más tonto que hecho de encargo y que su mano derecha es más tonta que Teodoro”, ha seguido antes de rematar: “Que estaba estropeando la campaña de Castilla y León, que es lo que viene haciendo Teodoro. Este es el matón de Teodoro. Ahí donde lo ven, con esa pinta, es el que va metiendo miedo por las provincias, el que se ha cargado el PP”.

¡Bueno, bueno, Sr. Losantos!, dice Ud. “una bola de sebo sudorosa” ¡Qué cenagal verbal!  Este dueño de un micrófono psicopático podría ser el Léon Bloy del vituperio del siglo XXI siempre que moderara el engrudo dialéctico en sus insultos más insolentes y recriminatorios, dándoles un poco de riqueza estilística.  

Se comprende que el PP y sus compinches no estén para celebrar la farsa regocijante que vivió el Parlamento el pasado 3 de febrero; quizá algo, no tan serio, pero sí tan grotesco como lo vivido aquel 23-F cuando el achalorado Tejero y sus guripas suspendiendo a tiros el nombramiento de un Presidente del Gobierno.

En fin, Sr. Losantos, que la Reactancia psicológica nos enseña que no se puede tener todo  lo que nos gustaría y que la Disonancia cognitiva nos dice hay saber vivir las contradicciones, vea sino el ejemplo del negro de VOX.

¿Qué pasó? Pues lo dice Ud. correctamente, el diputado Casero votó en contra de sus intereses y de los de su partido, por error. Que lo hiciera cuatro veces consecutivas en la misma sesión, ¡pues bueno! todos tenemos una mala tarde, no pensamos que estuviera masturbándose como Ud. insinúa, más bien podría estar preocupado por una  investigación que tiene abierta por un posible delito de prevaricación continuada; o quizá pretendiera ingresar en el Libro Guinness de los records. ¡Vaya Ud. a saber!

En cuanto al “bobo de Murcia”, pues más respeto ¡A ver quién ha ganado un campeonato mundial de lanzamiento de huesos de aceitunas con los dientes! ¡¿Eh?!

Más preocupante resulta la actitud de Casado, que en principio pretendió  desacreditar la tecnología digital que mueve al mundo, para más tarde, en un claro ejercicio de proyección psicoanalítica, acusar de “pucherazo” a no se sabe bien quién; para finalmente amenazar a la Presidenta de la Cámara de prevaricación por no haber dejado votar dos veces a Casado. –--¿Se imaginan que cada vez que un diputado se equivocara hubiera que repetir la votación?

La frustración del genio del “máster” venía acentuada por el fallo de los dos tunantes de UPN, que si bien votaron en contra de la Ley no fue  suficiente para alterar el resultado. Mire, Sr. Casado, quizá se quedó corto conchabando solo a dos. Cuando Al Capone hacia regalos, solía pagar a todo el precinto policial del distrito.

 Mientras, un abogado lunático,- bien conocido en los juzgados por sus excéntricas denuncias fachas- intentaba que la Guardia Civil invadiera el Congreso para alterar la votación, e incluso que allanara el domicilio del diputado Casero, a la sazón intruso en el Congreso, aparentemente repuesto de su indisposición intestinal. ¡País de chiflados!

Otra muestra de histeria la puso de manifiesto la portavoz del PP, la Sra. Cuca Gamarra, a quien empiezan a conocer como Cuca “camorra”. En el histórico e histérico momento en que la presidenta,  tras unos segundos de infarto, anunció la aprobación de la ley, irrumpió en imprecaciones, improperios y amenazas no se sabe tampoco contra quién.

Parece que ese estudiante tan avezado en quemar etapas académicas ha encontrado su último recurso en ese Tribunal Constitucional, pensando quizá en que el Sr. Arnaldo y la Sra. Espejel, elegidos recientemente, o desvergonzadamente, miembros del TC como consecuencia de un admirable tejemaneje parlamentario, le echen una manita.

JGM