miércoles, 29 de noviembre de 2023

¡Aguas revueltas!

 


La princesa está inquieta.                                                                                                                       ¿Qué tendrá la princesa?

Pues sucede que no le ha sentado nada bien que su principal oponente al trono de Génova, Juanma Moreno, haya llegado a un acuerdo con el Gobierno sobre el problema del agua de Doñana. Peor aún que, moderado y sonriente con la ministra Teresa Ribera, haya dicho algo así, como que negociando se entiende la gente, que no ha sido un juego de suma cero, que todos han salido ganando.

Bien ella, bien su "doña Rogelia", han reconocido inmediatamente que han perdido un set del que se barrunta largo partido.

Y ¿Cómo ha reaccionado la dueña? Pues inventándose un agravio con los acuerdos del trasvase del Tajo al levante. ¡Madrid va a morir de sed!, una memez clamada ante una tele que cada vez le da más cancha, a sabiendas de que cuando habla esta dama, sube el pan.

Probablemente pensó que había empatado el partido, pero necesitaba un tanto más. Una mirada a la jornada política y ¡helas!, un agravio por no haber sido invitada por el Gobierno por "primera vez" a la inauguración de un tramo ferroviario del AVE, el de León- Asturias. Falta de todo pudor mintió descaradamente, pues la hemeroteca le mostró que nunca había sido invitada  a la inauguración de ningún tramo en el que no figurase la CAM, al igual que sucede con los demás presidentes autonómicos.                                                                                                                                                  Parece que este set lo ha perdido por un error no forzado.

Sus continuos deslices nos recuerdan al famoso vídeo del cronista deportivo José María García, en que se refería a Isabel Díaz-Ayuso diciendo " "Tú hablas 15 minutos con Ayuso y dices: pero coño, si no hay una cosa mejor en este país vamos a cerrar la tienda" 

Pues, sí, es notable la falta de sutileza de sus eslóganes:  "¡Libertad!  ¡Cerveza fría!  ¡Igualdad!  ¡Dictadura sanchista!...

Y todo ello sucede cuando algunos parecen empezar a intuir que Núñez Feijóo está ya montado en el descensor de Génova 13; mientras él, tan desconfiado como el Rey Lear, y que no ve claro  el entorno que dejó Casado, parece decidido a rodearse del clan gallego que tan buenos frutos le dio  en su añorada  Fariña.

JGM