La absolución de Rosell proyecta sombras sobre el ascenso de Lamela al Supremo
Una muestra más del
descrédito de la Justicia de este país. Por si el Supremo no estuviera
suficientemente desacreditado ya por, a saber:
-El bochornoso asunto
de las hipotecas.
-La instrucción
chapucera de Llarena, que fue indebidamente elegido por ser el juez a medida
que buscaban Lesmes y Marchena y al que Europa dio un buen sopapo: Los jueces de Escocia, Suiza y Baviera le
dijeron que no veían violencia por el lado de los presos políticos catalanes.
-Los tejemanejes del juez Marchena, que se
autoproclamó "juez supremo" antes de que se reunieran los que habían
de nombrarlo; y que metió a su hija de matute en la judicatura.
-El ascenso irregular
al Supremo de esta "jueza de la horca" especialista en encerrar a cualquiera: a Sandro Rosell y Joan Besomí,
a los que ha mantenido en prisión preventiva durante más de dos años.
(imaginemos la tortura psicológica de dos personas inocentes).
Recordemos también lo
de los chicos de Alsasua, donde pretendió elevar a terrorismo una pelea en una
taberna.
Y no olvidemos que hizo
que sigan encerrados dos presos políticos: Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, amén
de otros políticos catalanes.
Al paso que llevamos, las
únicas pruebas que consideraran estos jueces serán las que obtenan o
"fabriquen" la Policía o la Guardia Civil.
Afortunadamente el
tribunal de última instancia está en Estrasburgo, donde dan en las orejas a
esta gente, pero ya no se puede evitar el suplicio que han sufrido en la cárcel
las personas inocentes.
.JGM