A lo largo de la historia han sido múltiples los criterios morales, políticos, religiosos, feministas, demográficos, económicos, jurídicos o médicos que han regido los actos concernientes a la vida o la muerte de los seres humanos.
La historia nos revela prácticas como la de la esclavitud, en la que el dueño dispone de la vida de otro ser; los sacrificios humanos, la pena capital, el tráfico o matrimonio de menores, el infanticidio regulado, la prostitución forzosa o voluntaria, la adopción por necesidad o conveniencia ,o la eugenesia, al igual que el aborto, ya mencionado en el Código de Hammurabi y discurrido o reglado en las civilizaciones griega y romana.
Un
hito inclusivo de lo anterior es la Declaración de Derecho Humanos, promulgada
en 1948, y cuyo epítome es el derecho a la vida de todos los seres humanos.
Los avances sociales devenidos principalmente al final de la segunda guerra mundial han posibilitado el examen público y político de prácticamente todas esas prácticas, que desde sus planteamientos morales han tenido que bajar al mundo de la Política y plasmarse en leyes.
Más complejo ha resultado ese reflejo legal ante el avance tecnocientífico. Logros como los trasplantes o la donación de órganos, la clonación de órganos o tejidos, la donación de gametos o embriones, la fecundación in vitro y su implantación posterior y, en el caso que nos ocupa, la gestación subrogada, los mal llamados “vientres de alquiler”.
No es la primera vez que salta a los medios esta práctica, conocidos son los casos de actores, cantantes famosos, aristócratas de matrimonio morganático; incluso, del futbolista Cristiano Ronaldo; entre ellos algunos de matrimonios homosexuales y padres mayores de 65 años. Pero esta vez quien ha acaparado la portada de diarios y telediarios ha sido la animadora televisiva Ana Obregón, quizá debido a su larga y bulliciosa vida en los medios del corazón, sin olvidar su edad, 68 años.
El hecho es que Ana ha salido de una clínica de Miami rodando, con su neonato en brazos, en una silla de ruedas, como Cinderella en su carroza. Fuera aguardaban los reporteros de Hola para una exclusiva que probablemente le haya compensado los 200.000 pavos que le habrá costado su nueva maternidad espuria.
Tal como decíamos ut supra, la gestación subrogada, como cualquier acción que afecte a la vida humana, se plantea en principio como una cuestión moral, pero como también señalábamos son hechos que alcanzan al mundo de la política, y es a los líderes de los distintos grupos políticos a quienes los periodistas abordan para conocer su opinión.
Distinto al aborto, un conflicto moral que le ha llevado trece años a un indolente Tribunal Constitucional decidir sobre el recurso del PP. Un fenómeno sociopolítico que ha causado una gran conmoción en los EE.UU. tras el fallo de un Tribunal Supremo trumpista que ha derogado la sentencia Roe vs Wade tras 50 años de vigencia y, según señalan algunos experto, ha sido la causa de que el Partido Republicano no alcanzase los resultados electorales previstos en las midterm del pasado Noviembre . Por el contrario, en Francia, el presidente Macron ha decidido incluir el aborto en la Constitución como un derecho inalienable de las mujeres.
Volviendo a nuestro tema, a los líderes de los distintos grupos políticos parece haberles pillado por sorpresa el bullicio y la polémica política y social promovidos por Ana Obregón y su bebé. Curioso el olvido de otros casos de famosos mencionados más arriba, sin olvidar casos muy recientes en los que la policía ha intervenido arrestando a los autores de este hecho penado. Cierto es que ha sucedido en España y con gentes y pagos más modestos.
Las reacciones de los políticos han sido, en general, reprobatorias.
Así, el portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados, Iván Espinosa de los Monteros, esquivando emitir un juicio, dijo que su formación no tiene "una posición tomada" sobre la gestación subrogada. Posteriormente, otros miembros de su partido han condenado esa práctica.
El vice portavoz de UP en el Senado, Enrique Santiago se ha mostrado rotundo en contra de esa práctica y de “que se puedan comprar y vender embarazos” y de “la mercantilización de la mujer”
La candidata a la alcaldía de Madrid, Rita Maestre, ha utilizado las redes sociales para dar una opinión más críptica: "Dar a luz no es comprar un bebé y fingir el postparto. Ser madres y padres no es un derecho, es un deseo”
Irene Montero, ministra de Igualdad, ha salido en tromba recordando la sentencia del Supremo: "Como saben, la gestación subrogada es una práctica que no es legal en España. La nueva Ley de Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos lo reconoce como una forma de violencia contra las mujeres.
"Menos radical en su condena, la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, también se ha posicionado en contra de esta práctica, y ha asegurado que es "una forma más de explotación del cuerpo de la mujer aunque ha añadido que hay que analizar "cada caso concreto".
Más cáusticos han sido Echenique y Gabriel Rufian, comparando el suceso con “El cuento de la criada”. Rufian reclama el “No compres, adopta” y coincide con Rita Maestre en que “ser padre o madre no es un derecho”.
Es decir, la derecha tras unas declaraciones previas ajustadas a la sentencia del Supremo parece no tenerlo tan claro y se abre a legalizar los vientres de alquiler, siempre que no haya interés mercantil de por medio. Como si el PP no supiera la facilidad de ensobrar dinero negro o “hacer pagos en diferido”. La derecha parece olvidar que la gestación subrogada o gestación por sustitución es ilegal, con o sin consideraciones económica, haya o no un pago hacia la madre gestante a cambio del bebé. Lo prohíbe el artículo 10 de la Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre técnicas de reproducción humana asistida, que establece que «será nulo de pleno derecho el contrato por el que se convenga la gestación, con o sin precio, a cargo de una mujer que renuncia a la filiación materna a favor del contratante o de un tercero». No reparan en que es igual desde el punto de vista que se contemple, religioso, feminista, ético religioso, etc. Comerciar con el ser humano es una aberración.
JGM
