Miren señores militantes, simpatizantes y votantes del PP:
Han perdido la posibilidad de gobernar este país por al menos durante cuatro años, pero en mi opinión, si en lugar de tratar de no aceptar esta derrota, para ustedes tan inesperada, intentaran reconocerla, mucho mejor sería para la gobernabilidad del país y para el futuro de su partido. Se trataría de hacer un profundo análisis de sus causas; de ver por qué están ustedes tan solos en el escenario político; de reconocer que su único socio significativo es un grupo execrable que les está lastrando su ventaja electoral y amenaza con seguir haciéndolo en el futuro, con sus repugnantes insinuaciones al golpismo y al tamayazo.
Son muchos los factores que han contribuido a que los votantes del país les hayan privado del derecho a gobernar a pesar de lo que las anarrosas, los hormigueros o los psicópatas del micrófono les auguraran; por no hablar de las costosas encuestas del sociólogo Michavilla.
Han mostrado, así, a lo largo de su oposición al Gobierno un profundo desconocimiento de la realidad del país, de lo que los ciudadanos consideran sus principales preocupaciones.
Según un estudio de opinión llevado a cabo por Ipsos este mes de Julio para La Vanguardia, el 31% de los entrevistados consideraban la economía como el su principal motivo de preocupación, seguido de lejos por el desempleo (10%), el sistema de Salud (9%), y solo el 2% consideraba la inmigración como un problema, uno de los temas favoritos de VOX en sus campañas.
En cuanto a la economía, el Gobierno de coalición ha sabido superar, a través de medidas audaces, tanto la tremenda crisis de la pandemia como la de la guerra de Ucrania, favoreciendo con medidas sociales a las clases menos favorecidas. Mientras, los gobernantes del PP trataban de negar la realidad de las cifras e, incluso, acudían a Europa para desacreditar las medidas del Gobierno y poner en jaque la llegada de los fondos de ayuda europeos.
Si bien el desempleo sigue doblando a la media de la Unión Europea, el Gobierno de coalición ha conseguido bajar las cifras hasta niveles inferiores a los de 2008:
El paro baja a su menor nivel en siete años tras caer en 124.349 personas en junio
EUROPA PRESS
04 Jul 2016 - 09:16 CET
En su empeño de negar la feliz realidad, los dirigentes del PP y sus voceros intentan emborronarla con artimañas como la de los fijos discontínuos, como si ese sector laboral hubiera sido un invento del Gobierno, ahora en funciones. Otro de los bulos que lanzan a las redes sociales es el de que hay 1,7 millones de trabajadores que no han trabajado ninguna hora en el segundo trimestre, algo absolutamente falso.
Reconoce el estudio de opinión que entre esas esas preocupaciones de los españoles no figura ni la largo ha fenecida ETA ni el adormecido, gracias al PSOE, independentismo catalán, al que VOX intenta imponer el Art. 155 permanente, volviendo al auge del independentismo, tal como hizo el “pleclaro” Sr. Rajoy en su día.
Pero lo que realmente les deja en solitario, sin posibilidad de lograr el menor apoyo a lo largo y ancho del país es su sometimiento al fascismo de VOX. Porque desengáñense, ni derecha extrema ni hostias, es fascismo puro y duro. Y claro está, la única forma de demostrar que ustedes no son compinches de esa lacra, sería empezar desalojando de sus cargos a todos los que los han concedido en las comunidades y ayuntamientos donde gobiernan. Demostrar al país que no comparten el canallismo político social de esa chusma.
Podían, así, empezar botando a ese chuleta de opereta que cogobierna Castilla y León, donde su partido ha perdido cinco diputados el 23J, pasando de seis a uno ¡Justicia poética!
Si Sr. Feijóo, la dignificación de su partido pasaría por desligarse de esa plaga fascista, cuya derrota ha causado un suspiro de satisfacción en Europa y en el resto de las democracias mundiales. Quizá así podría intentar en el futuro buscar el apoyo de partidos conservadores, como el PNV, que hoy por hoy ni siquiera accede a sentarse a hablar con ustedes por su siniestro hedor a fascismo.
Ya sabemos, señor Feijóo, que romper abruptamente con VOX sería un suicidio político para usted y una travesía del desierto para su partido; pero reconozca que solo le concedieron un cartucho y ya lo ha gastado; total, de perdidos al río.
Y permítanme una predicción: sus pactos de gobierno con VOX en comunidades y ayuntamientos tiene pinta de acabar como el rosario de la aurora, fíjense en la reciente 'quedada de besos' multitudinaria en Bezana, un pueblito de Cantabria, en protesta por la censura del PP y Vox a la peli 'Lightyear'. Y esto no ha hecho más que empezar.
Esa chusma política les va a obligar a imponer la misa y los cantos patrióticos en los colegios que controlan, la segregación por géneros, la vulneración de los derechos de la mujer, como el intento del idiota del "latido" en CyL, la percución a los LGTBI, la prohibición de festejos populares laicos, etc, etc.
Sus intentos de volver a la censura franquista están abocados al fracaso. Ya sé que a sus compinches les gustaría imponerla a tortas, pero créanme, están imaginando un país que evolucionó en sus libertades y no está dispuesto a que un puñado de fantoches se las arrebate con la complicidad de ustedes.
Sí, señores del PP, se habrán dado cuenta de que han tocado fondo, de que han absorbido la mayor parte de votos de Ciudadanos y 623.000 de VOX. De que ya no hay dónde rascar más votantes, y de que el resto del espectro político del país no quiere ni hablar con ustedes mientras sigan gobernando con esa asociación troglodita. Y como decíamos más arriba, lo que presumimos que va a ocurrir en comunidades y ayuntamientos no es nada que vaya a ir en su favor.
Por último Sr. Feijóo, y ya personalizando, ¿se da usted cuenta de que el pasado cuenta, y que no ha conseguido aclarar su relación íntima con el señor Preciado, que aún cumple una condena de 14 años por narctoráfico?
Que tres años después de haber sido detenido el Sr. Preciado por ese grave delito usted mantenía relaciones con él. Usted intenta rebajar el grado del delito: de narcotraficante a contrabandista, pero los jueces dedujeron que el masivo lavado de dinero no era fruto del tabaco, sino de la coca.
En fin, Sr Feijóo, no le pedimos ido que se convierta usted en un héroe de la retirada,, pero al menos muéstrese más respetuoso con la Constitución, que es el abrigo de todos los ciudadanos.
JGM
