viernes, 31 de mayo de 2013

¿Gasta el ministro Wert cilicio?





Los jainíes, miembros de una secta religiosa originaria de la India, aún vigente en Bengala, tenían formas muy curiosas de suicidarse: se cortaban trozos de su propia carne y se los ofrecían a las aves de rapiña. Pero su variante preferida era morir de inanición. Estas y otras practicas de autosacrificio se recomendaban en textos sagrados de los siglos XIII al XVII.

Opus Dei: Mortificación. Sacrificio, sufrimiento, sentido del dolor, esfuerzo, cilicio, disciplinas, látigo, sangre.
Se trata de prácticas ascéticas de mortificación corporal que utilizan los Numerarios y Agregados. Al igual que el ayuno, tienen una honda raíz cristiana que han practicado muchos santos desde tiempo inmemorial.

Suerte hemos tenido de que la vaguería y la indolencia de Rajoy no le llevara más allá de alguna de esas ferias medievales al uso, donde probablemente encontró a Wert
en alguna caseta, vendiendo jarabes para curar la homosexualidad u ofreciendo exorcismos a domicilio. De haber ido más lejos, podría haberse encontrado con cualquier otro orate que hubiera incluido la nigromancia en los programas de educación reglada.
Son bobadas las de ese hombre, pero peligrosas para la cultura del país. ¿Q quién se le ocurre elevar un conjunto de creencias supersticiosas a categoría académica? Pues, a ese mentecato, con la connivencia de los otros prelados parásitos, del revenido Rouco o del siniestro Camino; por no hablar del tipejo ese de Alcalá, al que una revista satírica atribuye el consejo de practicar el coito anal para prevenir el aborto.
Lo más curioso de ese sicalíptico enredo es que otro prelado, el arzobispo mexicano Fabio Martínez Castilla, se lo creyó –como el “Gordito” de Intereconomía se creyó lo de la becaria de Wyoming- y tildó de loco a Reig Pla: «Está loco, porque no es una propuesta de la Iglesia; hay que distinguir cuando se trata de una opinión individual nada más», dijo esta otra eminencia. A la que, por cierto, también hay que prestar atención ya que, recientemente, en una rueda de prensa dijo que «Cualitativamente, es mucho más grave el aborto que la violación de niños por parte de sacerdotes». Su explicación: «cuando un niño es abusado sexualmente se muere su futuro; sin embargo, este hecho no tiene comparación con el aborto, porque «éste es un asesinato».  No sabemos quién está más loco, si el  de Alcála, que “iguala la batalla contra el aborto con la que se libró por la abolición de la esclavitud”, o el manito de Tuxtla Gutiérrez.

Otro pájaro al que Rajoy también debió de encontrar en alguna caseta de feria es el ministro de Interior, el que dice que  el aborto “tiene algo que ver” con ETA, “pero no demasiado”».                                                                        

     
          Este buen hombre asegura que volvió a descubrir a Dios durante un viaje a Las Vegas, la ciudad del pecado. Probablemente le pasara lo que a “Ben” (Nicolas Cage) en Leaving Las Vegas. Ya podría añadir, como Ben dijo a Sera, la prostituta de la peli: “Podremos hundirnos, pero nos llevaremos un mundo con nosotros”.

Si añadimos a la ministra Báñez que agradece a la Virgen del Rocío su ayuda”para salir de la crisis”,  ya tendríamos  la corte celestial-ministerial al completo. ¡Pero no!, falta el  repipi meapilas Gallardón.

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María Santísima fue siempre Virgen. La Iglesia enseña este misterio y privilegio mariano con una fórmula tradicional: virgen antes del parto, virgen en el parto y, virgen después del parto.


Algunas clínicas japonesas están especializadas en devolver la virginidad a las mujeres mediante una sencilla y barata operación quirúrgica.(Lo increíble y las verdades inverosímiles)

Cree, acaso, ese ambicioso dilapidador del dinero ajeno en esos cultos mistéricos. Uno se aventura a decir que no, que se trata de una simple táctica para alcanzar la gloria, la gloria del poder, que su falta de olfato para saber quién manda en cada momento le ha venido hurtando.                                                                                                                            Y suerte ha tenido aviniéndose a pasar por las horcas caudinas del malencarado ”bigotes” y su egregia dama consorte.                                                                                                              Crea en lo que crea este criptofascista -¿a quién habrá tratado de engañar tanto tiempo?- el caso es que parece dispuesto a retrotraer al país a los tiempos de su padre y a acabar con las libertades que tanto esfuerzo nos ha costado conseguir:                                       -

-El derecho de las mujeres –y de los hombres- a controlar la natalidad.                          -El derecho a una Justicia gratuita universal.                                                             -Una Justicia independiente que nos ampare de los posibles desmanes de un Gobierno autoritario ycorrupto.                                                                                                  -La libertad de expresión y de prensa.

Conocida es la facundia demagógica con que intenta justificar sus fascistadas. Ahora se está dirigiendo paternalista al joven socialista Madina, interpretando torticeramente la Constitución, para hurtarnos el derecho a la libre maternidad y paternidad. En su desvergonzada oratoria recurre, sin ningún reparo, a Lincoln o a Indalecio Prieto                 De vez en cuando, este fulano nos intenta convencer del pasado progresista de su padre, diciendo que Franco lo encarceló. Pura fábula. Su padre era tan franquista como él, y ese  episodio no tuvo que ver con ninguna actitud progresista de aquel cofundador de Alianza Popular.                                                                                                   En suma, un tipo mucho más peligroso para la democracia que los otros sacristanes que los obispos le han impuesto a Rajoy.                                                              

En un magnífico artículo publicado en El País, el pasado martes (21/5/2013) “Una cruzada contra la libertad reproductiva”, el filósofo Jesús Mosterín le recuerda al ministro que  Debemos respetar los valores sobre el aborto del ministro Gallardón mientras se limite a aplicarlos en su vida privada; pero no es de recibo que ponga el aparato coercitivo del Estado al servicio de la moral católica”.                                                               Pero ese tipo, tan soberbio como sus mentores ensotanados, no admite razones, a pesar que sabe que las encuestas fiables dictan que el 80 por ciento de la población está de acuerdo con la ley orgánica de regulación del aborto que Zapatero promovió en 2010.

Volviendo a ley LOMCE, que promueve el absurdo ministro de Educación; el 70 por ciento de la población se opone a la inclusión de la Religión Católica en las materias evaluables, población que incluye a muchos de los votantes del PP (48%).

¿Qué pretenden con esa ley? ¿Qué los chavales sientan de repente una vocación dormida, como la del ministro de Interior? ¿Qué los estudios religiosos sirvan a los miles de alumnos que van a ingresar cada año en los seminarios?

No. Sabido es que a la mayoría de los jóvenes la religión se la refanfinfla cada vez más (las curvas de descenso de católicos entre los jóvenes has sufrido un descenso exponencial en la última década). Entonces a qué viene esta provocación. Pues, muy sencillo; a los curas, como a esa partida de gobernantes actuales, lo único que les importa es la pasta. En el último ejercicio, los salarios de profesores de religión seleccionados por los obispos, pero pagados por el Estado, han alcanzado la cifra de 610 millones; y con la miriada de nuevos “catedráticos en teología católica” se doblará esa cantidad. Aparte del dinero, eso le permitira a esos curatos alimentar a su clientela, convirtiéndoles en maestrillos de catecismo. Una clientela como la que soportan los partidos.

¿Cómo se ha llegado a que esta presunta asociación de malhechores disfrute de una mayoría tan “absolutista”. Pues, en realidad se produjo la tormenta perfecta:

-La crisis pilló desprevenido al ingenuo Zapatero –un fallo mortal de necesidad para un político, para un presidente que posee además el privilegio de dominar el tempus politicus-. A partir de ahí anduvo desarbolado hasta que el periodista del millón de euros al mes le marco ese tempus, mándandole parar y marcharse. Su principal error fue no hacer caso a los que veían llegar la crisis; dejar que creciera una burbuja, que aunque no fue creación suya, contribuyó a mantener durante siete años.

-El dramático anuncio, en Mayo de 2010, del presidente Zapatero de reducción del salario de los funcionarios, recortes de pensiones, freno a la aplicación de la Ley de Dependencia y supresión de ayudas a la maternidad, entre otros. Es decir, un recorte en el gasto social, anunciarles a los ciudadanos “the party is over”. Un inesperado y duro golpe tras años de bonanza.

-La oposición del PP utilizando, como suele, la carroña comunicadora, se lanzó al ataque a Zapatero usando la demagogia más rastrera. Prometiendo milagros salvíficos para salir de la crisis, cuando lo que en realidad pretendía era conseguir un poder tan grande que le permitiera ocultar o hacer desaparecer los rastros del mayor saqueo que haya sufrido nunca el patrimonio de los españoles. Eso, y forzar la desaparición del Estado de bienestar para repartir los despojos entre sus clientelas.

 

-Aúnque los recortes afectaran también a las clases medias: reducción de ingresos, pérdida del empleo, etc., el golpe mayor fue para el empleo menos cualificado, con especial repercusión en los jóvenes, que al señuelo de altos salarios en la construcción, habían abandonado sus estudios. Ello, unido a que se cortaban las expectativas de trabajo del resto de los jóvenes, condujo a todo esas amplias cohortes a las protestas de mayo de 2011, con la aparición de colectivos que repudiaban a las castas políticas y al grito de “No nos representan” pedían la abstención electoral.

-Tampoco faltó el oportunismo de la izquierda más próxima a los comunistas, que reverdecieron las viejas parábolas anguitianas.

El PP, a pesar de obtener unos cientos de miles de votos menos que en 2008, consiguió  una mayoría aplastante.                                                                                     El electorado de izquierdas se había hecho el harakiri castigando al PSOE. Los jóvenes limitándose a pedir a gritos en la calle y en la web el cambio del sistema político. ¿Servirá todo ello para algo?

 J. G. Mardomingo 

La imagen de Rajoy y las tijeras pertenece a El Heraldo de Aragón.                                                                                     Desconozco a quien pertenece la de "Zurcidoras de Virgos".                                                                                                            El clérigo ahawaiado es el obispo mexicano Martínez Castilla.                                                                                                          La viñeta es de El Roto.                                                                                                                                                                          Los látigos y el cilicio son de la web.