miércoles, 19 de julio de 2017

Enterrar a los difuntos según el Catecismo


Los antiguos griegos y romanos, para quienes era un deber ineludible enterrar a sus muertos, respetaban los cadáveres de sus enemigos y solicitaban el rescate de los propios.

Cuenta Virgilio en La eneida, 154, que "El timonel Palinuro, uno de los hombres de la tripulación de Eneas, perteneciente a la categoría de los muertos sin enterrar tras haber caído por la borda de forma accidental, suplica a Eneas que lo lleve hasta el río para que pueda descansar en paz. La profetisa le dice que no puede ser, pero le consuela: "Guarda en la memoria estas dos palabras como consuelo de tu cruel desventura. Sabrás que todos los pueblos comarcanos, aterrados en vista de mil prodigios terrestres, aplacarán tus manes, depositando tus huesos bajo tu túmulo, instituirán en él solemnes sacrificios y aquel sitio conservará eternamente el nombre de Palinuro" (Virgilio, La Eneida, Libro VI, trad. de Eugenio de Ochoa).

También Eneas se batió con el aqueo Idomeneo por el cadáver del troyano Alcátoo, esposo de Hipodamía.


Aquiles, retirado de las batallas por su cólera hacia Agamenón, cedió ante su predilecto Patroclo para que este expulsara a los troyanos hasta los límites de su campamento. Patroclo traspasó esos límites y encontró la muerte a manos de Héctor, lo que motivó a Aquiles para volver a la lucha y matar a Héctor. Aquiles se hizo quizá merecedor de una  muerte inesperada para el autor de La Ilíada, no ya por haber matado a Héctor, sino por haber promovido los juegos fúnebres en honor de Patroclo, consistentes en vejar cada mañana con saña el cadáver de Héctor. Príamo, padre de Héctor acudía al campamento de los aqueos para reclamar el cadáver de su hijo hasta que al final de la guerra lo matara Neoptólemo, hijo de Aquiles.
Las leyes reguladoras de griegos y romanos, desde los escritos de Platón hasta la ley de las XII Tablas de los romanos, regían los enterramientos de los muertos.

El motivo de una gran tragedia griega fue que Creonte, sobrevenido rey de Tebas, dictaminó que por haber traicionado a su patria, Polinices, hermano de Antígona no sería enterrado dignamente y se dejaría su cadáver las afueras de la ciudad al arbitrio de los cuervos y los perros.  Antígona decidió enterrar a su hermano y celebrar sobre su cuerpo el acostumbrado ritual, rebelándose así contra Creonte, su tío y suegro. Al ser descubierta, Antígona argumentó que las órdenes de Creonte eran injustas, ya que no respetaban las leyes naturales, que mandan enterrar a los muertos. La desobediencia trajo consigo para Antígona su propia muerte: condenada a ser enterrada viva, evitó el suplicio ahorcándose. 
La tragedia de Sófocles nos muestra desde entonces el conflicto ente las leyes civiles y los principios morales de los ciudadanos.






..y nadie me dice si está vivo o muerto
y sigo en mi duda buscádolo fiel
Quizá ya tú me has olvidado,
En cambio yo no te olvidé
Y hasta que no te haya encontrado
Sin descansar te buscaré.
(“Tatuaje”. Copla popular de 1941)

Guadalajara reclama 2.000 euros por la exhumación de Timoteo Mendieta, fusilado en 1939


La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica estudia denunciar al Ayuntamiento por prevaricación.



El Ayuntamiento de Guadalajara,- por supuesto del PP-, intenta esa  vileza, que aunque pudiera parecer legal para el Código de Comercio, resulta absolutamente deleznable para cualquier código moral.
El alcalde que preside ese Ayuntamiento, un tipo educado sucesivamente por maristas y salesianos, parece olvidar que según el Catecismo de la Iglesia Católica la séptima obra de misericordia corporal es la de "enterrar a los difuntos". Una acción por la que corren como el diablo para honrar con grandes fastos católico-comulgantes, y trasladar y honrar los restos de aquellos criminales de guerra y de posguerra de los que se consideran herederos legítimos.
Recientemente, un siniestro alto cargo del Gobierno de Rajoy se permitió insultar públicamente a los deudos de los asesinados por sus presumibles (de él) ancestros. ladrando que solo buscaban dinero.  Ese tipejo miserable, que quizá en vez de estar en un Parlamento democrático debería regentar un burdel en el puerto de Marsella, es una muestra de la flatulencia franquista que alberga el PP, solo para mostrar a sus cachorros que no tienen por qué irse a otras aventuras ultramontanas y perder votos para la derecha madre; que ahí cabe toda la basura posible, sin fisuras.   

El Confidencial  publicaba en Septiembre de 2015 que  
"En las cunetas españolas quedan aún más de 114.000 desaparecidos"


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En Septiembre de 2015 La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) inauguró en Berlín una muestra sobre las exhumaciones de fosas comunes de la dictadura franquista con la que buscaba dar visibilidad a las víctimas que a día de hoy continúan desaparecidas

http://www.elmanifiesto.com/imagenes/fotosdeldia/enredandoentumbas(2).jpg




 Sí, en Berlín , "España es el problema; Europa, la solución”. decía Ortega y Gasset hace ya casi un siglo. 
Parece que los ciudadanos de Cataluña son los que mejor lo han entendido y tratan de huir a toda costa hacia el norte.

JGM
 
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