martes, 23 de abril de 2013

El camión de la basura pasa los lunes



Se ha acumulado mucho desperdicio durante la pasada semana:

Su ilustrísima, el obispo de Alcalá, casi llena el camión con sus habituales insensateces. Ahora le ha dado por ligar la homosexualidad de los niños con “ideologías introducidas en la enseñanza”. Dice este pájaro que en los niños, esas tendencias: «se plantean por ciertas ideologías que han sido introducidas en el ámbito de la enseñanza [por] su propia condición y orientación de su sexualidad».
¿Qué le pasa al prelado? Acaso le molesta la competencia?
No recuerda el santo varón lo que ya denunció Voltaire, mediado el siglo XVIII, en uno de sus escritos filosóficos:

“Los frailes, encargados de educar a la juventud, siempre fueron aficionados a la sodomía, que es la consecuencia necesaria del celibato a que se ven condenados” 

Pena que en los cenobios no se siga la regla de los sacerdotes de la diosa Cibeles, que no solo hacían votos de castidad, sino que se castraban por miedo a violar el voto.
Como Orígenes de Alejandría que tomó unilateralmente la misma decisión. ¡Muerto el perro, se acabó la rabia!

Siguiendo con la perversión infantil, reitera que los locales de prostitución existen. "No hay más que salir a la noche madrileña".
Suponemos que habrá salido a comprobarlo personalmente, y que  lo habrá hecho sin sus vestimentas habituales. Si lo hubiera hecho revestido de pontifical cualquiera hubiera pensado que iba a la fiesta del “orgullo gay”.

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Luciano de Samosata escribía en “La muerte de Peregrinus”

“Cuando un jugador de manos hábiles se convierte al
cristianismo, puede estar seguro de que hará fortuna”.

El sinuoso Rouco, aparte de pedir dinero a derecha e izquierda, como si le hubiera hecho la boca un fraile, se ha reunido con el criptofascista Gallardón, -pocos han engañado tanto a tantos- para preguntarle qué pasa con eso del aborto y del matrimonio homosexual.
Rubalcaba insinúa que sí tocan lo del aborto pedirá la revisión del Concordato. ¿Y si no lo tocan?, ¿lo dejaría así in aeternum, si volviera a gobernar? Pues vaya panorama, aunque se muriera la última vieja que todavía acude a sus templos, ese tipo, el obispo, seguiría intentando meter su zarpa en nuestros bolsillos y mangonear en nuestras libertades cívicas.                    No se conforma este venerable cura con vivir del cuento, sino que sigue en sus trece de intentar amargar la existencia al mayor número posible de humanos, privándonos de los únicos bienes agradables que se pueden sentir en la tierra. Un pájaro que intenta que suframos lo más posible en este tránsito terrenal para llegar en manada a un cielo ¡que sólo existe para él y los suyos! ¡Y además cobra por ello!

También recoge el camión  al consejero de Sanidad de la Comunidad, Javier Fernández-Lasquetty, que con el estilo chulesco que aprendió en la FAES, se jacta de que la “marea blanca” no conseguirá nada, burlándose, así, de los miles de profesionales de la Sanidad pública que protestan su intento de acabar con algo que no le pertenece.                     Si no lo disfrazaran de decisión política, sería simplemente estafa, ”vender” algo sin ser el nudo propietario de ello.
Quién no merece ni siquiera un hueco en el compartimento de reciclaje es el director de ABC, Bieto Rubido. Un tipo que, ante la declaración del secretario general del grupo parlamentario del PSOE, Eduardo Madina, de simplemente no renunciar de antemano a presentarse a unas primarias, hace unas declaraciones en la cavernosa cadena de los obispos, la COPE; en las que dice que Madina “simpatiza más con lo que representa ETA que con lo que representa el Partido Popular”.   Este tipejo o es medio bobo o es un tipo infame, o puede que ambas cosas.  Puede un director de un periódico como ABC ser medio bobo. Pues sí, no sería el primero. Uno de sus antecesores estuvo durante un tiempo afiliado al “sindicato del crimen” y no lo supo hasta algunos años después.                                                        Este director, podría no ser tan tonto y simplemente no leer los periódicos, incluso el suyo. Si no, debería saber que Eduardo Madina porta una pierna artificial, ya que la suya se la arrancó de cuajo una bomba de ETA. Sería algo así como publicar que la mujer que perdió un ojo por un proyectil de goma en Barcelona se hubiera hecho madrina del cuerpo de mossos d’esquadra.
La otra alternativa, la infamia, tampoco sería una novedad en ese diario grapado, recuérdese, si no, el affaire “Enrique Ruano”.

Queda aún un pequeño espacio en el camión para el presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, que le han “pillao”,  promoviendo una “caza de brujas” en el  medio que controla la FAES y el resto de esa banda. ¡Ay, Zapatero, qué ingenuo fuiste! Creías que esa asociación indeseable iba a respetar una tele independiente.

 

Julio G. Mardomingo 





    


viernes, 12 de abril de 2013

¿Partido o asociación de malhechores?





 ¿Puede una asociación de malhechores encontrar un nicho de negocio en la política?
O dicho de otra forma ¿pueden llegar a asociarse unos truhanes para, aprovechando las leyes de asociación política, enriquecerse lo antes posible?
¿Pueden esos políticos alcanzar tanto poder como para poder modificar las leyes a su favor y facilitar el latrocinio de sus clientelas, tratando a la vez de aumentar ese poder hasta el punto de que les permita perpetuarse en sus atracos? Pues sí, los resultados son patentes, sobre todo en esta afligida patria.

Ya ha habido claros ejemplos de cómo leyes desafortunadas pueden favorecer de  inmediato la formación de  grupos de delincuentes que, aprovechando los nichos de negocio que se les ofrecen, se enriquecen a toda prisa.
Véase cómo en los Estados Unidos, en 1919, tras la promulgación de la llamada Ley Volstead, conocida también como “Ley Seca”, que prohibía el alcohol en todo el territorio estadounidense, se organizaron rápidamente partidas de forajidos para satisfacer la demanda latente, lo que durante trece años –hasta la derogación esa Ley- les permitió amasar grandes cantidades de dinero. Un dinero que, a diferencia de otros casos, no  obtenían saqueando directamente los fondos públicos, pero sí indirectamente, por ser una riqueza que no tributaba al fisco.
Pese a todas las tropelías que cometiera, el quizá más notorio criminal de esa época, Al Capone, fue finalmente encerrado en la prisión de Alcatraz, y murió poco después de salir de el. No lo condenaron por  tráfico ilegal de substancias tóxica sino por no pagar impuestos. Su principal error fue confiar en el contable de su organización, un tipo secundario que anotaba en un cuaderno todos los movimientos del negocio ¡¿Les suena!?      
En los Estados Unidos, hubiera dado igual que Al se hubiera enriquecido montado una gran cadena de carritos de hotdogs a lo largo de los estados de la Unión; hubiera ido al trullo por lo del los impuestos.

Tras la Gran Depresión de 1929, se promulgo la Ley Glass-Steagall, que marcaba la diferencia entre banca de depósitos y de inversión. En 1981, en pleno arranque neoliberal, Reagan  comenzó a liberar los controles bancarios. En 1999, Clinton derogó la ley Glass-Steagall. A partir de ahí se abrió el gran nicho de negocios para el capitalismo más voraz, más especulativo, más inmoral y más delictivo. Es la época que llevó a aquello de ofrecer a cualquier negro que estuviera calentándose con tablas ardiendo en un bidón, dentro de una casa remirruinosa, la posibilidad de comprarla, simplemente estampando la huella de su dedo en un papel. El papel señalaba una hipoteca que se fraccionaba y se empaquetaba con otras similares para que la comercializaran a buen precio los principales bancos mundiales.

Pero volviendo a nuestro primer párrafo, a nuestro afligido país, ¿qué ocurrió? Pues, parece, que ante unos buenos augurios desarrollistas, unos cuantos espabilados, la mayoría sin oficio ni beneficio, decidieron ocupar el lugar al que la derecha, tras la Transición, no pudo copar por su tufo franquista. Su estrategia fue fundar un partido político de nuevo cuño.
Prometiendo esto y aquello, por aquí y por allá, a los que aspiraban a la gran buffe, salió el dinero del alcantarillas para comprar a aventureros notorios, periodistas –algunos se cambiaron rápidamente al bando emergente- y posteriormente apoderarse de la mayor parte de los medios, TDTs incluidas.
Una vez en el poder, se modificaron las leyes según lo prometido y ¡hala!, a edificar hasta sobre la tumba de los ancestros. El efecto feedback resultó inevitable, de los grandes beneficios una parte significativa fue a parar a los”facilitadores”, que se repartieron un monto, y el resto lo dedicaron a mantener e, incluso, a incrementar el “fondo de reptiles”. Con todo el Poder en las manos, habrá que conservarlo, pensaron. Ahí aparece el “Gran Hermano”, el autoritarismo fascista.
Naturalmente, y según dice el viejo adagio, de que “el que parte y reparte se queda con la mejor parte”, los tesoreros amasaron grandes fortunas en un plis plas y las pusieron  a buen recaudo en la charca financiera suiza.

El pasado martes (9/4/2013), publica Miguel Angel Aguilar en El País un artículo titulado  “Rajoy la Leyenda Negra”, en el se pregunta si para Rajoy constituye una leyenda conspirativa  que los cuatro tesoreros que ha tenido hasta ahora un partido de nueva creación hayan sido imputados por corrupción. Diga lo diga el señor Rajoy, más que una leyenda parece un hecho constatado; tan innegable cómo que uno de los primeros miembros de su partido que confesó que “se metía en la Política para ‘forrarse’, llegara a ocupar dos de los más altos cargos políticos del país.

Y aquí estamos. Dado que ya se fragua poco cemento, parece que el próximo botín consiste en “liberar” el patrimonio social público, que tanto costó construir –gran parte de él se desarrolló durante el franquismo- y ocupar grandes cargos sobre sus privatizados despojos.

Julio G. Mardomingo














domingo, 7 de abril de 2013

De altezas y plebeyos




¿Se imaginan que en el célebre cuento de Charles Perrault, Cenicienta, una vez ajustado el zapatito y convertida en alteza real consorte, hubiera comenzado a utilizar los favores de su trono para esquilmar a sus súbditos y a enriquecerse con el dinero del reino?

¿Qué habría de hacer el rey, un monarca tan querido por sus súbditos, ante las quejas que llegaran a su palacio desde todos los rincones del reino?

¡Su hijo más querido, acorralado por el amor de la bella y codiciosa intrusa!



Urdangarín, un chisgarabis que, como su ex concuñado, los únicos títulos que ha sido capaz de conseguir han sido los nobiliarios por braguetazo, y ello a pesar de haber nacido ambos en familias con posibles, ha promovido el mayor escándalo que recuerdan las monarquías europeas modernas.

Supera ya la treintena el número de imputados por el asunto “Instituo Nóos”, un chiringuito montado bajo las imágenes de la Casa Real para apoderarse de ingentes cantidades de dinero público a lo largo y ancho del país peninsular e insular. Entre los imputados, amén de la infanta, figura un alto funcionario de la Casa Real, el secretario de las infantas, Carlos García Revenga.



Misteriosamente desaparecido, en 1993, el mítico Sabino Fernández Campo como jefe de la Casa Real, no parece que los 2.733.898 euros que se destinan para “incentivos al rendimiento” del personal que trabaja en el palacio hayan servido para mucho. Parece increíble que entre tanto alto consejero no haya saltado alguna alarma ante los múltiples desmanes de la regia familia.

Aparte de los casi ocho millones que actualmente recibe la Casa Real  para gastos personales y oficiales, recibe el apoyo logístico y material de múltiples ministerios pero, como si nada, los disparates reales se disparan como en los tiempos absolutistas:



-El Monarca, presidente de Honor de la WWF,  disparando a osos drogados y borrachos, así como a elefantes indefensos.



-El Rey manteniendo un aparente concubinato con una lobbista alemana a la que alberga en un palacete contiguo a su residencia, con costes cubiertos por el Patrimonio Nacional; y que está relacionada con joven duque imputado.



-La dudosa “pasta” que el –irresponsable constitucional- monarca atesora en Suiza, así como su irresistible enriquecimiento: El New York Times se pregunta esta semana cómo ha conseguido el monarca amasar tal fortuna.



-(Un panfleto estropajoso de ámbito nacional publica hoy (7/4/2013) en su portada una supuesta noticia escandalosa sobre la princesa consorte. Al tratarse de una crítica moral, es decir, acorde a la moralidad de esa secta religiosa que cohabita con el Poder, este bloguero se abstiene de comentarla aquí).

 

- La última noticia escandalosa no es ya que el BBVA haya soltado “pasta” por la cara a  Nóos, sino que el que la facilitó fuera ascendido a jefe de prensa de la Casa Real.



Lo más grave, quizás, sea que toda esa pléyade de consejeros y cortesanos no hayan aconsejado al monarca lo que es vox populi, y que le aconseje seguir la táctica rajoniana del avestruz, a sabiendas que, lo mismo que el Presidente, esta sujeto a un chantaje que solo puede acabar en la ruina de ambos.



Conclusión :



Parece  un grave error que el Gobierno, a instancias de la C.R., levante la imputación  a la infanta y no lo haga  con la mujer del otro truhán; hecho que constituye, a todas luces, un agravio comparativo. Agravio para el que socio del negocio tiene armas contundentes: se le supone en posesión de emails y otro tipo de documentos mucho más comprometedores que los ha entregado al juez; al igual que se supone que el extesorero malhechor del PP  los tiene para forzar a Rajoy a cometer todo tipo de acciones antijurídicas.

El primero, el profesor de Nóos, amén de pretender el mismo trato de la fiscalía para él y su mujer que el otorgado a los duques, quizá pretenda también parar su goteo de emails a cambio de una “indemnización” que le permita recuperar lo que afanó, y que los jueces le van a confiscar.

Algo parecido sucede con Bárcenas. Parece ser que quiera un trato de favor de la fiscalía y una  “pasta” que le compense de lo que perdió o perderá en Suiza, amén de vengarse de los que considera amiguetes desagradecidos.



Quizá esos consejeros áulicos debieran urgir al Monarca a tomar ciertas decisiones:



-Dejar de interferir con la Justicia ante la imputación de la infanta Cristina ante unos hechos que la mayoría de la población considera flagrantes delitos.



-Sacar inmediatamente de la línea sucesoria, aunque fuera de forma cautelar, a la imputada– dado el mal uso de las armas que ha trastocado históricamente a la saga borbónica, podríamos encontrarnos un día con Urgandarín como Jefe del Estado consorte.     



-Cesar sin dilación al secretario de las infantas, ya imputado.



-Cesar al jefe de prensa que le soltó dinero a Urgandarín desde el BBVA.



-Abdicar en su hijo, considerando que el heredero aún mantiene un mínimo de estima popular, podría servirle de momento para salvar los trastos.



Julio G. Mardomingo






N.B 
Leo en la blog de Palinuro que está siendo objeto de acoso. No es extraño que tras las declaraciones fascistas del consejero intruso de la Comunidad Madrid, Ignacio González, acojonado por las fotos que muestran la connivencia del narcotraficante gallego Dorado con el presidente de la Comunidad de Galicia, Alberto Núñez Feijóo- candidato in pectore para sustituir a un quemado Rajoy-la turba fascista  utilice todo tipo de artimañas rastreras para tratar de acogotar la libertad de expresión
¡Mi solidaridad con Palinuro!