Si supieras, amor, cómo ansío
silenciar tus gemidos con mis besos;
despertar los rincones de tu cuerpo,
donde duermen escondidos los deseos.
Fundirnos los dos en un abrazo.
Un solo cuerpo, cuatro manos, y dos
bocas ansiosas que se encuentran en
el beso impaciente y anhelado.
Recorrer tu cuerpo con mis manos,
mis caricias en la seda de tu piel,
saciar entre besos lo esperado.
Sentir desvanecerse tus jadeos,
la dulce mirada recobrada.
La calma de los cuerpos sosegados.
JGM