viernes, 20 de marzo de 2020

Crisis de legitimidad de la monarquía

La crisis de legitimidad de la monarquía ha estado siempre en el origen de todos los ciclos constitucionales de nuestra historia. Lo que está ocurriendo no es nuevo


 
Copio el titular de un artículo que el catedrático constitucionalista Javier Péres Royo publica hoy (20/4/2020) en eldiario.es.

Efectivamente, de las tres legitimidades que se esgrimieron en su día para coronar a Juan Carlos I, ninguna era tal: legítima. Todo lo contrario, lo coronaron los poderes fácticos: Ejército, Iglesia, Banca y, sobre todo, el tardofranquismo dominante en las instituciones. Y, sabido es por definición, que los poderes fácticos no son poderes legítimos.
En suma, la legitimidad de estos Borbones es como la de los hijos espúreos que, al parecer, el "rey cachondo", ha ido sembrando por el país.
La solución es sencilla:
Referéndum que determine la forma de Estado.
Sí, es que no, imdemnización de 22 días por años trabajado y ¡aire!.
Después, Cortes Constituyentes; porque en puridad las de 1977, deberían haber sido convocadas por un gobierno provisional con una asamblea ad hoc, que determinara la soberanía del pueblo. Se las consideró como constituyentes porque así las presentaron la prensa y los partidos. Fue, por tanto, un proceso constituyente sui géneris.

Y a partir de ahí, tratar de consensuar una Constitución sin presiones de los curas, de los milicos, del neofranquismo y demás. 
Una Constitución que acepten todas las naciones de este país, y que corrija todos los preceptos antidemocráticos, que ante el ruido de los sables y de los demás poderes fácticos no hubo forma de evitar en la de 1978.
Confiemos en que esta vez, el pueblo decida  expulsar para siempre a esa dinastía corrupta.
JGM