domingo, 26 de noviembre de 2017

Adieu homme d'État!

  El primer estado de excepción de la     democracia

Un proceso electoral desarrollado en estas condiciones es difícil que no desemboque en la continuidad de la polarización que ha estado presente en las dos últimas legislaturas catalanas

miércoles, 1 de noviembre de 2017

¡Demasiadas banderas!






“Tous les drapeaux ont été tellement souillés
de sang et de merde qu'il est temps de
n'en plus avoir, du tout”.(Gustave Flaubert)

No es una profusión pero si una vistosa exhibición de banderas nacionalistas españolas colgadas en numerosos balcones de  Madrid, supongo que quizá también en otras ciudades de lengua castellana predominante.
Algunas de ellas muestran en su centro la imagen deplorable de un toro de lidia, el de la coñá de Osborne. Otras lucen desmesuradas en centros culturales municipales; lo que, a mi juicio, significa un abuso de poder.Resultado de imagen de banderas fachas en madrid
Lo que intento significar aquí es que esta exhibición de banderas resulta más bien negativa para la causa que intentan defender. ¿Por qué? Pues, simplemente, porque representan el símbolo de una nación enfrentada a otra que exhibe a su vez otras tantas banderas de distinto color; es decir, patentizan la existencia de otra nación; otra nación con su bandera, su himno, su lengua (dos en realidad)  y su Gobierno, probablemente ahora     camino de la cárcel o del exilio.
En un reciente artículo en The New York Times (27 Oct 2017), el historiador y analista político Michael Goldfarb se pregunta ¿Qué  es una nación en el siglo XXI?
Señala el autor en su artículo que a partir del fin de la guerra fría a finales de los ochenta del pasado siglo surgieron quince nuevas naciones solo de la extinta URSS, mientras que de  la antigua Yugoslavia nacieron  siete nuevos países, bien que mediante un parto sangriento.
Checoslovaquia se partió pacíficamente en dos, y según dice Goldfarb, la Alemania Federal compró a la Oriental. Habla de las vicisitudes de ingleses y escoceses: mientras los últimos votaban en contra de la separación del Reino Unido, el resto del reino se separaba de Europa, mientras que una amplia mayoría de escoceses (62%) hubieran preferido quedarse. Los dos intentos más recientes de sucesión han reprimidos por la fuerza: los kurdos y Cataluña.
Acaba su artículo con la principal pregunta del siglo XXI :¿Podría Europa convertirse en una gran nación?   

Recuperándonos del inciso de Goldfarb, todas esas colgaduras urbanas en nuestras ciudades y catalán no pueden hacernos olvidar el origen de la crisis más reciente entre los dos nacionalismos: el catalán y el español.
Volviendo atrás unos años, veremos que el principal responsable de esta fractura entre naciones, posiblemente ya incurable, fue esa calamidad de la política, que trató de superar la humillación de su derrota en las elecciones de 2004 ante un parvenu de la política como J, L. Rodríguez Zapatero;  victoria que trataron de deslegitimizar con una ignominiosa campaña a través de algún periodista canalla que pergeñó una teoría conspirativa para no admitir que cuatro “moros cutres” hubieran puesto en ridículo a Aznar y a su delfín Acebes, con el saldo sangriento de casi 200 muertos en Madrid.

¡Por un puñado de votos!

Dada su débil posición tanto entre los electores como en su propio partido, Rajoy decidió buscar un enemigo exterior y decidió promover un referéndum ¿ilegal’ frente a un referéndum ¡LEGAL! el del Estatut de todos los catalanes. Esa acción infame fue el detonante de la crisis actual.  Aquellos polvos trajeron estos lodos.Resultado de imagen de referendum de Rajoy Presumiblemente fue esa frustración la que le impelió a esa pantomima, pero entonces descubrió este gran homme d’État descubrió su mina de oro electoral ¡el patriotismo visceral! ese, cáncer que tantas desgracias han promovido entre los humanos.
Poco después, un Tribunal Constitucional ahormado por él, acabó de cepillar lo que el socialista Guerra había dejado de la voluntad de la ciudadanía catalana.
Es una clara de guerracivilismo de alguien que con tal de conservar el poder le importa un pito la fractura social e, incluso, la estabilidad del Estado. Un tipo capaz de involucrar al Jefe del Estado, al monarca reinante, en sus manejos al refrendar y quizá escribirle las partidistas declaraciones en la crisis territorial. Tampoco se ha cortado en alentar al facherío más cutre del país, que intenta fomentar el miedo en la pacífica Cataluña o en otras ciudades.
Rajoy se convirtió en un guerracivilista cuando comenzó esta movida solo para lograr unos votos que le permitieran superar la frustración de su derrota electoral frente a al socialista Zapatero, repetida para su bochorno, cuatro años después.
Apoyado por una mayoría absoluta conseguida a través de promesas ilusorias, como pudo comprobarse tras los comicios, y presumiblemente ilegítima  por financiación ilegal de sus campañas, según acusa la fiscalía, se mostró soberbio y displicente ante las peticiones de Artur Más en septiembre de  2012 para un pacto fiscal, similar al de vascos y navarros.
Contó implícitamente con el PSOE, a sabiendas este de que ese pacto fiscal iría en detrimento de los intereses de los ciudadanos de las comunidades en que gobiernan, principalmente Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha, comunidades  subsidiadas que no solamente no han prosperado pese a las ayudas europeas y del resto de las comunidades, sino que han retrocedido respecto a las más avanzadas, entre ellas a Cataluña cuyo PIB ha crecidoa patir de la gran crisis.

¡Por un puñado de euros!

¿Se trataba solo de conservar el político personal o acaso había otras razones?
Si consideramos que en PP hay a la sazón alrededor de 850 imputados por afanar fondos públicos, incluyendo varios ex ministros y otros altos cargos, y que el propio Rajoy cobró sobresueldos, podemos llegar a pensar que levantó la “cuestión catalana” solo como una columna de humo patriotera para ocultar sus miserias y las de su partido.

Rajoy cobró 373.000 euros de la caja B del PP, trajes y corbatas aparte

Bárcenas confirma todos los pagos recogidos en sus papeles más dos nuevos por 45.000 que le dió en mano en 2009 y 2010.
Pero el proceso de la Gürtel sigue en marcha a pesar de todos los obstáculos que  han puesto a la acción de la justicia.
Datos muy recientes señalan que :

En cuanto al os objetivos anticatalanistas señalar que a día de hoy, según señala Diario,es ,
Un 48,7% de catalanes quiere la independencia, siete puntos más que en junio, según el CIS catalán .El rechazo a la independencia pierde casi seis puntos, desde el 49,4% al 43,6%.

JGM