lunes, 15 de junio de 2015

Las redes los ponen, las redes los quitan


Los “chistes” que el edil Zapata copiara y publicara en su dia  en las redes no eran precisamente un refuerzo para su curriculum como responsable de Cultura en un ayuntamiento como el de Madrid, ni siquiera para el de Lepe.
El primero, el de los judíos, es más viejo que la Tana, pero no por ello menos políticamente incorrecto a pesar de los años transcurridos desde la Shoah
El otro, el de la pobre víctima de ETA, es absolutamente inadmisible por doble partida: la víctima de ETA y las víctimas de aquellos desalmados de Alcasser.
En el primero puede concederse cierto ingenio; en el segundo, solo sarcasmo y mala hostia.

La reacción de Manuel Carmena: la adecuada para quien ha tenido que juzgar a tanta gente en su otra vida laboral. No decidir a bote pronto, pero no dejar las cosas a “lo Rajoy”.

En Podemos, Iglesias defiende a su grupo sin estridencias.
Monedero reacciona a la antigua usanza, con el “tú más”:

“Los del Tamayazo, como siempre, siguen enredando. No le hagamos el juego a los del Tamayazo. Van a intentar desestabilizar como sea. Los que no condenan el franquismo”,
Sí claro.  

Errejón, más en la línea de Iglesias, aunque más victimista, dice:
:
“Las posiciones conquistadas por el cambio, y las personas que las desempeñan, van a sufrir el asedio y acoso de las fuerzas del orden viejo”

Pues sí. Alguien ha criticado que la oposición ni siquiera haya esperado los cien días de cortesía para lanzarse al ataque. Pero ¿acaso esperaban otra cosa de la señora marquesa consorte?  De esa presidenta de Comunidad que albergó en su seno protector a una pandilla de ladrones que abarrotan los juzgados y las cárceles. ¡Pero si ya había empezado a lanzar sus venenos antes de que se constituyera el Ayuntamiento!

Parece la primera prueba de fuego a la que se enfrentan los recién llegados a la política, y ya podían adivinar que no iba a ser un lecho de rosas.

En cuanto a los desafortunados “chistes”, digamos: primero, que los derechos de autor no son del edil Zapata –al menos el de la Shoah, por lo que yo sé-.; segundo: que su twiteo debió suceder hace al menos cuatro años –los que llevan saqueando al país la banda que gobierna ahora-, y entonces este edil no tenía ninguna responsabilidad política..      
  
La derecha está enrabietada. Ha sufrido una herida tremenda  en su feudo más codiciado: Madrid ha venido siendo desde antaño la capital política del Estado; quizá por eso el general felón y genocida esperó hasta el final para dar el golpe de gracia a la República  legal.  

En política internacional comparada,  cualquier cargo electo de la Europa más civilizada hubiera dimitido en cuanto hubiera leído una noticia así en un periódico serio, pero en este país no dimite ni dios: no dimite un presidente beneficiario del binomio sobresueldos-sobrecostes, estos últimos  de las constructoras favorecidas por los contratos públicos y que naturalmente pagamos todos;



un tipo que envía mensajes de ánimo a uno de los mayores presuntos ladrones de los últimos tiempos, ¡y se los envía directamente a la cárcel! ¿Para qué? Para que no “cante”, suponemos.
Si no dimite ese perillán ¿por qué va a dimitir alguien que publicó un par de chascarrillos hace casi un lustro?

Quizá se trate más de un problema de ética o de estética, pero, qué va a hablar esa panda de soeces, farsantes, insultadores y ladrones del PP que rebañan los fondos públicos en las televisiones públicas vomitando a buen precio sus patrañas y calumnias?


Julio G. Mardomingo     

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