Primero la sentencia

 

 ¡Que -el jurado considere su veredicto! -ordenó el Rey

¡No! ¡No! -protestó la Reina-. Primero la sentencia... El veredicto después.-

¡Valiente idiotez! -exclamó Alicia alzando la voz-. ¡Qué ocurrencia pedir la sentencia primero!

-¡Cállate la boca! -gritó la Reina, poniéndose color púrpura.-

¡No quiero! -dijo Alicia.-

¡Que le corten la cabeza! -chilló la Reina a grito pelado

Pedro Sánchez garantiza un juicio justo a los independentistas y rechaza la huelga de hambre.

O este  hombre es un iluso, o es un cínico, o un tontolaba.

¿Qué juicio justo puede garantizar él ante esta caterva neofranquista que domina esa jaula de grillos en que se ha convertido el Tribunal Supremo y el Poder Judicial?

¿Qué va a hacer frente a los Lamela, Llarena, Lesmes, probablemente los más incompetentes de ese Tribunal, a los que han ascendido por su sumisión al PP? por no hablar del supremo juez in pectore, Marchena, otro incompetente, que dimitió antes de ser nombrado;  ya que aún no se había reunido el comité que hubiera tenido que hacerlo; ese juez al que ahora sus colegas alaban por su rectitud moral, cuando su carta no es más que una muestra de cinismo. Treta con la que espera volver a proponerse a ese alto cargo.

La carrera de este juez es un muestra de una actuación más que dudosa en casos sonados (Vid. "El Plural" 23 Sept,2018),por n o mencionar el significativo almuerzo como con el entonces ya imputado Ángel Acebes. 

Por no hablar del presunto nepotismo o en el extraño caso de su hija, que según Eldiario (25/7/2018):

"Yendo la última de los aprobados, con una nota que no es la suya ni la aprobada en la Permanente sino elegida a posteriori, Sofía Marchena ha sido elegida fiscal en una plaza inexistente en principio".(Eldiario 25/7/2018)
y la que el Consejo General del Poder Judicial , en una decisión inexplicable cambió su nota (de 68.20 a 52.31) sin dar ninguna explicación asignando a Marchena una plaza creada solo para ella y que se sumó a las 35 plazas ya creadas. (
El Plural 23/9/2018)

La sentencia ya está dictada, como en el cuento de Lewis Carroll. Todo ha sido premeditado, desde la privación del juez natural, en este caso el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, hasta el nombramiento del juez instructor, al que teóricamente no le correspondía el caso, pero probablemente era el más dúctil.

En fin. Confiar en la Justicia en estos momentos es como confiar en la Divina Providencia.
JGM