domingo, 22 de octubre de 2017

LA BANDA DE LA PORRA





 En Marzo de 2004, contra el pronóstico del Gobierno  –algunas encuestas predecían un empate técnico- , J. L. Rodríguez Zapatero venció a Mariano Rajoy en las elecciones generales.
Ni Aznar, ni Rajoy ni sus correligionarios pudieron digerir la derrota en las urnas. Amparados por un periodista esbirro de El Mundo pergeñaron todo tipo de teorías conspirativas para deslegitimar la victoria socialista. Una campaña corrosiva tan vil, que hasta el ABC, un diario monárquico conservador, la criticó. Irritados por esa reacción, pedían a los subscritores de ABC que se dieran de baja de ese diario.
Desde esa victoria electoral, Zapatero (ZP) gobernaba con el viento a favor promoviendo algunas leyes progresistas, así que  Rajoy se veía cuestionado por el ala más conservadora de su partido, encabezada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, hoy quizá callada por su papel de “madrina” de sus dos máximos delfines, ahora en prisión por ladrones. Aguirre intentaba derrocar a Rajoy para ponerse ella, pero no se dio cuenta de lo correoso del personaje.
Los días de vino y de rosas de Zapatero empiezan a amargarse cuando en el verano de 2007 estalló la crisis de las hipotecas subprime, una crisis sistémica que se agudizó dramáticamente en 2008. Al presidente Zapatero le piló por sorpresa, como a tantos otros, pero sabido es que en política los ciudadanos suelen buscar al responsable más próximo.
Fue el momento en que Rajoy vislumbró su gran oportunidad y se postuló como el salvador providencial, apoyado por el director de El País, desbarrado ya en su deriva claramente derechista, que impelió a Zapatero a convocar elecciones, a sabiendas de que el PP lograría una mayoría absoluta. Cebrián sabrá quién le pagó el favor, probablemente los mismos que le hicieron denostar, insultar y desbancar de su cargo de SG a Pedro Sánchez en 2017.
 
¿Qué hizo Rajoy a lo largo de esos doce años?  
A partir de su derrota electoral de 2005, Rajoy tuvo que pelear en tres frentes:
Primero, contra quienes le cuestionaban en su partido, sobre todo a partir la humillación de su segunda derrota frente a Zapatero Más arriba mencionábamos la campaña de Esperanza Aguirre para convertirse en la “lideresa”.

El segundo frente se le abre en 2007 cuando se destapa la Gürtel, una trama de corrupción a todos los niveles y en toda la geografía nacional, de la que aparentemente Rajoy es el jefe. Intenta justificar sus sobresueldos diciendo que en cualquier empresa se prima a los directivos, pero en los “papeles de Bárcenas, acreditados por los jueces, aparecen claramente los orígenes de esas “primas”.
La Fiscalía abrío el proceso dos años después, lo cual aceleró los intentos de Rajoy para  llegar al poder, y desde ahí poder manipular al Poder Judicial, al Tribunal Institucional y a los principales medios de comunicación.
A día de hoy hay más de 700 imputados de esa formación política incluyendo el propio partido, hasta el punto de que los jueces lo consideran una asociación para delinquir. Es curiosa la transformación lingüística del término “imputado”, ahora han decidido llamarlo “investigado” en una manipulación a lo “1984”, la novela de Orwell. Acabarán llamándolo “aludido”.

El tercer frente se la abrió cuando no solo incumplió sus promesas electorales sino que empeoró la situación de los dos tercios menos favorecidos, sobre todo del tercero, donde aumentó la precarización e incluso la pauperización de grandes sectores de la población.
En las últimas elecciones perdió casi tres millones y medio de votos con respecto a las de 2012.

“El patriotismo es el último refugio de los canallas”
Dr. Samuel Johnson (1758).

¿Cómo salir de esos tres atolladeros?
Pues ni corto ni perezoso, Rajoy, decidió apelar a los instintos más bajos de los pueblos, en su caso al patriotismo nacionalista español, con un chivo expiatorio, un enemigo exterior, otro nacionalismo, el de los catalanes.

En Septiembre de 2005, tanto el Parlamento catalán como el español aprobaron el Estatut de Cataluña, que los catalanes legitimaron en referéndum pese a que no se cumpliera la promesa de Zapatero de llevarlo al Parlamento español tal como lo enviara el catalán, liderado por el “tripartito”. En realidad era un Estatut previamente  “cepillado” por el socialista andaluz Alfonso Guerra.
Rajoy, desarbolado, decidió aprovechar la ocasión y jugar la baza del nacionalismo patriótico español, anatemizando el Estatut y con ello a los catalanes.
Ni corto, ni perezoso, en Junio de 2006, organizó un referéndum anti Estatut,  que en realidad se trataba de un referéndum anticatalanista.
En las fotografías aparecía orondo recogiendo el voto de las damas del ropero cubiertas de pieles en  la” milla de oro” del barrio de Salamanca de  Madrid. Acabado el recuento se plantó con las urnas y las papeletas frente al Parlamento.
Este hecho, frente a su negativa a que los catalanes celebraran el suyo este mesde Octubre 2017, es una muestra más del cinismo y la doble moral del personaje.
Así hablaba entonces este “homme d’État”:

"Cuando los ciudadanos piden un referéndum porque quieren opinar, la respuesta no puede ser 'tranquilos, no pasa nada, confíen en mi', ¿qué broma es esta?".

Para acabar diciendo que era “muy fácil” escuchar la “voz de los ciudadanos”. (Diario.es 26 Sep. 2017).
Entretanto, el ala más radical de su partido radicalizaba el nacionalismo español con furibundas campañas, pidiendo el boicoteo de los productos catalanes. Esperanza Aguirre prefirió entregar un empresa española, ENDESA, a una multinacional italiana antes que a una catalana (extranjera dijo de esta última); algo parecido hicieron con IBERIA, entregándola a los ingleses.
Otra de la razones de Rajoy para su campaña anticatalana fue enfrentarse  al auge de Ciudadanos, con su líder, Rivera, cuyo principal argumento, si no el único, era su confrontación con el nacionalismo de Cataluña.

En 2010, cuatro años después de la aprobación del Estatut, el Tribunal Constitucional declaraba inconstitucionales 14 artículos y dejaba otros 27 a la interpretación del Tribunal. Además el tribunal estimó que "carecen de eficacia jurídica" las referencias que se hacen en el preámbulo del Estatuto a Cataluña como nación y a la realidad nacional de Cataluña.
En Abril  de 2011 se fundó la Asociación Nacional Catalana (ANC), con el objetivo de conseguir la independencia política catalana. En 2015 alcanzaba la cifra de 80.000 miembros.
Un año después se celebró bajo sus auspicios la Diada del 14 de Septiembre, la fiesta nacional de Cataluña. Para sorpresa de todos, resulóa ser una manifestación masiva, la mayor celebrada nunca en Cataluña.
Ante ese éxito, la ANC declaró que se trataba de la “fase de consolidación” previa para obtener una mayoría social que obtuviera  la mayoría en un referéndum pro independencia.
Artur Mas, a la sazón presidente de la Generalitat, trató de capitalizar la gran manifestación ciudadana y pidió a Rajoy que aumentara la cuota que la Administración Central otorga a Cataluña para aproximarla al “cupo” vasco-navarro. Rajoy, que disponía de mayoría absoluta en el Parlamento, se mostró tan soberbio y despectivo como acostumbra cuando cree tener las de ganar.
El Òmnium Cultural es otra organización cívica cultural  creada durante el franquismo para promover la lengua y la cultura catalana. El auge y apoyo social de la entidad provocó el recelo de las autoridades franquistas que, e 1963, registraron y clausuraron su sede, prohibiendo sus actividades.
Entre 1963 y 1967, Òmnium Cultural siguió trabajando desde la clandestinidad y el exilio, gracias a las aportaciones de particulares, luchando contra la dictadura franquista, y en favor de la democracia.
 A día de hoy los presidentes de ambas asociaciones cívicas permanecen en prisión por orden de una juez de la Audiencia Nacional de aparente
tendencia pro Gobierno. Recordemos que esa Audiencia Nacional es un tribunal de excepción, contrario a la Constitución, que exige jueces naturales.

«Estoy firmemente convencido de que España es el país más fuerte del mundo. Lleva siglos queriendo destruirse a sí misma y todavía no lo ha conseguido.»  (Otto von Bismarck).
 
 Premeditada o inconsciente, la gestión de Rajoy puede calificarse de calamitosa. Habría que recurrir a la memoria de algún valido de los Austrias para encontrar un ejemplo peor de gestión política y de ocultación de ganancias.
Nigel Farage declaró en el Parlamento Europeo que Rajoy era el “líder más incompetente de toda Europa”.
En un reciente artículo publicado en The Times /The Sunday Times[i], John Carlin, hasta esa fecha colaborador de El País, sostenía que Rajoy era un político de tercera división (third –rate), que si hubiera tenido una onza de hombre de Estado la situación no hubiera llegado a extremos tan críticos.  

 Catalunya triomfant
Tornarà a ser rica i plena.

Un día después de que Rajoy en connivencia con el líder del PSOE y su ayudante de Podemos proclamara al Senado la Ley de Excepción para Cataluña, seguiremos informando para tratar de advertir de lo que aún puede salvarse de nuestra  reciente democracia.
 
JGM



[i] El amplio ensayo de John Carlin en “The Times /Sunday Times (Oct 7th 2017)  provocó que la banda de El País, donde moran sujetos como Rubalcaba o Felipe González, le destituyera fulminantemente, tras haber colaborado muchos años en ese diario.
El ensayo es fácilmente asequible a través de la red. The Times solo pide un nombre y un e-mail para poder   



descargarlo en su totalidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario