martes, 29 de agosto de 2017

Agosto caliente



¡Bueno, bueno, bueno! Cada vez está más claro que el conflicto quintosecular entre los reinos de Castilla y de Aragón ha alcanzado un punto crítico: Es evidente que la emergente República Catalana (hermoso nombre para una nueva nación) tiene poco que hacer dentro del Reino de España –o de lo que quede de él.
Apenas un quinquenio atrás, pocos podíamos pronosticar que el irredentismo nacionalista catalán pudiera alcanzar estas cotas de solidaridad independentista.
La historia es un proceso sin sujetos ni fines, dijo aquel filósofo marxista en el siglo pasado, pero el proceso histórico ha mostrado que sí hay “sujetos”, fulanos,  que pueden cambiar su curso con su audacia o influencia perversa: Napoleón, Hitler,…
En el caso que nos ocupa hay uno de esos sujetos de menor empaque, que por su reconocida estupidez, algo que un inglés partidario del UKIP,  expresó públicamente en el Parlamento europeo: Que Mariano Rajoy”era el político más inepto de la Comunidad Europea” (Sabido es que los niños y los borrachos dicen las verdades), ha contribuido significativamente a acelerar un rebrote delhistórico independentismo catalán
Dicen algunos politólogos que cuando un líder populista aparece en la ventana de su “palacio” y ve la  gran plaza llena de una multitud que lo vitorea, la suerte está echada, generalmente para mal.
Pero aquí  nos encontramos con el caso contrario, el de un jefe de Gobierno, que cuando le dijeron -él solo lee el Marca- que había  una millonada de ciudadanos catalanes clamando al unísono por sus derechos nacionales, todo lo que se le ocurrió fue llamarlo “una algarabía”. Bueno, fue más allá, nombrando a un profundo imbécil como responsable de algo así como un “Ministerio Anticatalunya”: a un meapilas, integrista y liberticida, no ya para los catalanes sino para el resto de ciudadanos del Reino. 
El pasado mes de Julio, una comisión parlamentaria de investigación ha alcanzado un acuerdo de mínimos sobre el uso partidista de los recursos del Ministerio del Interior bajo el mandato de Jorge Fernández-Díaz. En el día de hoy (29/8/2017), el Parlament de Catalunya decidirá con toda probabilidad enviar las conclusiones de su investigación a los tribunales para que investiguen las responsabilidades penales que pudieran tener el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; su jefe de gabinete, Jorge Moragas; la vicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría; el ex ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, y la diputada y representante del PP en la mesa del Congreso de los Diputados, Alicia Sánchez Camacho. (Público, 27/8/2017).
Casi un lustro ha transcurrido desde que este blogger publicara en su blog madre : http://bioteca.blogspot.com.es/2013/02/homage-to-catalonia-2013_12.html  un post, en inglés ,sobre lo que se avecinaba cuando ese bobo de la política se postuló en las calles como adalid de la “indisoluble unidad de la Nación española”, recogiendo firmas en la milla de oro de Madrid entre señoras cubiertas por abrigos de visón y gorros de martas cibelinas, en contra de un Estatut democráticamente aprobado tanto por el Parlament de Catalunya como por las Cortes españolas. Un Estatut, primero “cepillado” por el populista andaluz Alfonso Guerra y después por un Tribunal Constitucional ajustado con su calzador por esa lumbrera  política, por el actual prócer de la patria, Mariano Rajoy Brey.
El hecho es que tras casi ese lustro, la inepcia, la indolencia, la inanidad  de un personaje del que uno se hace cruces sobre cómo él y sus hermanos pudieron conseguir sinecuras tan bien remuneradas como de tan difícil acceso, ha conseguido lo que ni los independentistas más optimistas pudieran podido concebir cinco años atrás.
Tras el  trágico atentado de la Rambla, ha quedado manifiesto que Catalunya es una nación capaz de valerse por sí misma, a pesar de los intentos de aquel funesto Fernández y los sicarios de su policía política; tipos que parecen salidos de una distopía de George Orwell; así como la disposición de funcionarios policiales preparados para cualquier contingencia y un cuerpo de seguridad adecuado.
En una entrevista concedida por el Presidente Puigdemont al Financial Times una semana después de los atentados, decía el President:
“Les hemos pedido que no jueguen a hacer política con la seguridad", denunciando la decisión del Gobierno español de bloquear la contratación de nuevos agentes de la policía catalana para este año y de "contemporizar" a la hora de entregar a las fuerzas de seguridad autonómica información de la Europol. "Por desgracia, el Gobierno español tenía otras prioridades", precisó Puigdemont.
También expresó Puigdemont que disponían ya de 6.000 urnas para el referéndum del 1-O.

 La duda persiste sobre si fue Rajoy el que dijo al Borbón de ir en comandita a la Manifestación contra el terrorismo o fue al contrario. El caso es que se plantaron allá con un séquito que llenó tres grandes aeronaves: enchufados, comparsas, estómagos agradecidos, etc, y toda la juerga a costa del erario público, es decir, de los ciudadanos de a píe.
La diputada de la CUP Mireia Boya ya había advertido de que "El Rey no es bienvenido para nosotros",  tanto porque esta formación es republicana como por "las relaciones de amistad y económicas" que,-véanse las fotos recientes del Rey con los jerarcas de esos países-  mantienen la monarquía española y las del Golfo Pérsico, como la Qatarí o la de los Emiratos Árabes, "que son las que están financiando el terrorismo".
El resultado hizo patente que la mayoría de los catalanes no aceptan ni al Jefe del Estado español ni a su Presidente del Gobierno, y la nube de esteladas mostraba el anhelo de unos altos dignatarios propios.
La prensa nacional refirió los abucheos y silbidos tanto al uno como al otro, sin entrar en demasiadas explicaciones; no así la prensa más radical de la derecha.
Resultado de imagen de süddeutsche zeitung puigdemontEl Español se hacía cruces sobre cómo no habían previsto que tendrían un recibimiento tan hostil. Que no es lo mismo soportar una pitada de un minuto en un partido de fútbol de la copa del Rey, que aguantar durante horas lo que Rajoy –en su desconocimiento gramatical de los pronombres indeterminados de cantidad- llamó ·la “afrenta” de algunos·.
Continuaba diciendo el digital de Pedro J. que “Nunca antes había quedado tan patente la debilidad del Estado en un acontecimiento de masas, retransmitido en directo por la televisión pública”. Olvidó quizá decir el periodista que el suceso trascendió allende nuestras fronteras.
Más radical se mostro La Gaceta, ya que al día siguiente, bajo el titular: 

  DEL ATENTADO A LA MANIFESTACIÓN

España, Estado basura


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