El pasado febrero este bloguero envió una carta a La Marea expresando sus dudas sobre el artículo publicado por el Secretario de Política Económica Global de Izquierda Unida. carta que, debido probablemente a que solo publican una carta mensual de los lectores, no ha aparecido en su número de Marzo.
.
La carta al director y al Sr. Garzón era la siguiente:
"Estimado Sr. Director
Lamento discrepar, por
una vez, con Alberto Garzón, pero creo que su artículo publicado en La Marea (Feb. 2016) dista mucho de
reflejar la realidad en nuestro país.
El epítome del artículo
está contenido en los titulares. “El progreso
tecnológico crea muchos más puestos de trabajo de los que destruye”, y a
través del texto señala el autor cómo desaparecen los trabajos “más duros,
repetitivos, peligrosos y aburridos” para crear “los más artísticos, los más
creativos y los relacionados con los cuidados, la tecnología y el conocimiento”.
Apoya Garzón su tesis en
un gráfico sobre índices porcentuales de creación y destrucción de empleo en
Inglaterra y Gales a lo largo de los últimos 22 años. Aparte de irrelevante, el
gráfico no tendría nada que ver con la realidad española, ya que las ocupaciones
con crecimiento más rápido en esos dos países son: Asistentes de enfermería,
cuidadores, trabajadores domésticos del bienestar, y profesores y educadores;
es decir, todo lo contrario que sucede en nuestro país, donde muchas empresas
han aprovechado la crisis para implantar avances tecnológicos.

En el primer caso,
imagino que los administrativos eventuales, trabajarán ahora de temporales
navideños en Primark; y las enfermeras sobrantes del segundo caso irán a
engrosar las cifras positivas del
gráfico de Inglaterra y Gales. Según El
País, 8Feb 2016, los cinco mayores hospitales de Madrid han perdido 3.000
empleos en el último lustro, la mitad de ellos de personal sanitario; y todo eso
a pesar de haber aumentado la población en más 100.000 habitantes.
Sí, Marx solo veía en los luditas una rabia infantil, pero el
viejo filósofo no pudo ni por asomo imaginar el auge de la tecnocracia y sus
efectos devastadores sobre los asalariados
Desgraciadamente, el progreso tecnológico,
al menos en nuestro país, no conducirá a las pocas horas de trabajo semanal que
Marx, su yerno Lafargue o, más recientemente, André Gorz aventuraran. Todo lo
contrario, aquí todo parece apuntar a un país de camareros y otros servicios
hosteleros, con jornadas extenuantes mal pagadas.
Un saludo cordial para Vd. y para el
Sr. Garzón"
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Ya el precursor de la cibernética, Norbert Wiener, dijo que "la máquina automática es el equivalente económico del trabajo de esclavos y que cualquier forma de trabajo que compita con ella tendrá que aceptar las consecuencias económicas del trabajo de esclavos".
Contemplamos, naturalmente con impotencia, la dificultad de oponerse a ese desarrollo tecnológico. No se trata de volver a consideraciones luditas, sino de volver a los postulados marxistas, reconociendo la inevitabilidad de progreso y tratando de estar preparados para asumir tasas de paro del 75 por ciento en el sector de "cuellos azules y blancos".
Por lo que a este país respecta, repitiendo lo expresado en la carta, si Trotsky hubiera podido repetir
la "visita" que en 1916 realizó a España y que le sugirió el cáustico comentario de que era " una país de limpiabotas", ahora lo hubiera calificado, quizá, como un "país de camareros".
JGM
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