RAJOY SOBRE PODEMOS:
"SON UNOS TRISTES QUE QUIEREN
PINTAR UNA ESPAÑA NEGRA"



¿Cuánto le deben a usted los griegos, señor Pons?
Parece que los miembros del PP, esa asociación “filantrópica”
con disfraz político, no consiguen asimilar la victoria de Syriza; quizá sea
por que teman que se les va a acabar el momio, los “sobres”, las mordidas, las
amenazas, las chulerías fascistoides, las confraternaciones bajo palio o la
ocultación de los desmanes de sus precursores.
A veces cabe la duda
de si lo que anima a esta gente no es solo la codicia de lo ajeno, la demagogia,
la mala fe o, simplemente, la ignorancia política; puede que a ese “exiliado” del PP lo alimenten todas esas
componentes.
Porque, vamos a ver señor Pons: cuando usted califica al
nuevo gobierno griego de “comunistas” o de “extrema izquierda”, tiene usted
alguna idea de lo que es o era aquel “comunismo”, fuera de lo que aprendiera de
los discursos de Franco.
Verá usted señor Pons – y señor Rajoy que parece ser el que
larga el eslogan y luego se esconde como habitúa:
-¿Está en el programa de Syriza establecer en Grecia una
dictadura del proletariado?
-¿Tratan, acaso, de nacionalizar los medios de producción o el sistema
financiero: los bancos?
-¿Conseguirán la mayoría absoluta entrando a punta de
revólver en el Voulí ton Ellinon (Parlamente
griego), para disolverlo después?
-¿Van a eliminar el mercado y
dictar los precios desde el Palacio presidencial de Atenas?
-¿Van a recrear una inmensa Oreja
de Dioniso para controlar a todos los ciudadanos, o a establecer un gulag
en el Partenon?
Probablemente, esta lumbrera solo
lea el MARCA, como hace su jefe de filas.
Si no, sabrían los dos que Syriza gobierna en coalición con ANEL, un partido
nacionalista de derechas, y que el principal objetivo de su programa no es
dejar pagar una deuda, que en los términos y condiciones actuales no serían
capaces de hacerlo ni a costa de un empobrecimiento generalizado de sus
ciudadanos. ¿Acaso no imaginan a los afortunados griegos que aún tienen un
empleo trabajando exclusivamente para la gran banca especulativa?
Me imagino a este sujeto
celebrando a risotadas la ocurrencia de aquellos dos parlamentarios alemanes para salir de la
crisis. Los diputados Josef Schlarmann y Frank Schäffler, de la coalición de
centro-derecha de Angela Merkel, que propusieron al sensacionalista Bild
que, en lugar de recibir ayuda financiera de los alemanes, los griegos podrían
vender algunas de las casi 6.000 islas deshabitadas que poseen. "¡Vendan
sus islas, griegos arruinados! Y la Acrópolis también", añadió ese odioso
tabloide.

Remedando a su jefe, este hombre dice que "Los españoles les prestamos [a los
griegos] 26.000 millones, y yo no soy partidario de perdonárselos; que nos los
devuelvan, porque nosotros también los necesitamos".
Señor Pons, no le hemos dado ese dinero a los griegos sino a
los bancos, principalmente a los bancos alemanes y franceses, también a bancos
y aseguradoras españolas, y últimamente, parece que el gran acaparador de esa
deuda es el BCE.
La Ciencia y la
Sociología política nos enseñan que una de las
características inherentes al Estado moderno es el Déficit, una especie de Leviatán,
de monstruo inevitable, que probablemente surja del afán de los gobernantes de
aumentar sus niveles de legitimidad, es decir, de tratar de satisfacer las cada
vez más crecientes expectativas de los ciudadanos. Así pues, todos los estados
modernos tienen déficits y, por tanto, contraen deuda pública. ¿Qué diferencia
hay entre la deuda pública griega y la alemana? Pues que Grecia paga un 900 por cien más de intereses que
Alemania. ¿Por qué esa diferencia disparatada? Bueno, la prima de riesgo la
establecen unas oscuras agencias que nadie sabe muy bien donde están ni quiénes
las componen; lo llaman “mercado”, pero es una simple confabulación de
intereses financieros.
¿Y la Troika?
Ese trío perverso formado por la Comisión Europea, El FMI y el BCE.
El actual presidente del BCE es Mario Draghi, que entre 1985
y 1990 fue director ejecutivo del Banco Mundial. En el periodo 2002-2006 fue vicepresidente, para Europa, con cargo
operativo, de Goldman Sachs. Ese banco al que llaman "la hidra" por
su habilidad en infiltrarse en las más altas instancias de los Estados. Una
institución que en 2010 fue investigada por su implicación en las hipotecas subprime .
Mientras Draghi era vicepresidente de Goldman Sachs International,
uno de los máximos responsables de la compañía en Europa, la compañía asesoró al
primer ministro Kostas Karamanlis sobre cómo ocultar la verdadera magnitud del
déficit griego. Una ocultación del fraude que condujo a la crisis financiera en
Grecia de 2010-2011. Una dudosa conducta la de Draghi, que en 2011 fue
investigada por el Comité Económico del Parlamento Europeo por esa ocultación.
La segunda pata de la Troika es la del presidente de la Comisión Europea,
Jean-Claude Juncker, que ha sido cuestionado en el llamado caso
LuxLeaks por haber mantenido acuerdos secretos sobre ventajas fiscales entre
Luxemburgo y 340 multinacionales cuando fue primer ministro. Solo la mayoría
absoluta del PPE salvó la moción de censura, bien que sin lograr convencer a la oposición. El
descubridor del fraude, un auditor francés ha sido últimamente acusado de robo
de información.
En cuanto al FMI, baste decir que sus dos últimos dirigentes
antes de la actual presidenta, la señora Lagarde, fueron:

¡Buenas tres patas para un banco! No es extraño que ni Syriza ni ANEL quieran
saber nada de esa banda de truhanes. Por cierto, parece que se habla de su
inmediata desaparición.
Τρόικα πάει στην κόλαση!
Julio G. Mardomingo
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