Quid dignum tanto feret hic promissor hiatu?
Parturient montes, nascetur ridiculus mus.
(Horatii Flacci Ars Poetica)
Es sabiduría política pregonada que fuera de la
socialdemocracia no hay salvación. La pregunta en los últimos años ha sido
dónde está esa corriente salvadora. Hasta los comunistas parecen renegar de sus
fantasmas y tratan de usurparla.
Ha finalizado la Conferencia del PSOE: euforia de los
conferenciantes y cierta esperanza en la audiencia: “Vaya, por lo menos parece
que siguen vivos”.
Una de las múltiples diferencias entre el PP y el PSOE –no
son lo mismo, por mucho que se desgañiten Caro Lara y otros- es que el PSOE
parece dispuesto a reconocer los errores de su última etapa de gobierno sin
personalizar en Zapatero, mientras que Rajoy y sus compinches han elegido un
único chivo expiatorio para sus tremendas chorizadas: a Bárcenas, el hasta ayer
protegido de Rajoy.
No haber leído las casi cuatrocientas páginas de ese
documento político implica el riesgo de criticar alguna carencia que aparezca
esbozada en la página 114 –es un decir.
Suenan bien las declaraciones socioeconómicas: proteger a los
más débiles, incluso grabándolo a fuego en la Constitución (Aviso a
navegantes abstencionistas, esa banda de agiotistas falso-demócratas en cuanto
consigue el Poder no respeta ni las
leyes de consenso -véase lo de RTVE- ni a la propia Constitución. Incluir esos
principios no servirían de mucho si la inconstitucionalidad la ha de dirimir un
tribunal en el que la perfidia y las prácticas rastreras de Rajoy han
conseguido colar al ultraderechista López y, como presidente, al emboscado
Cobos). Por cierto, no se ha mencionado la posible derogación de la enmienda,
que con calzador, se introdujo en el artículo 135 de la Constitución.
Al fin se habla de prohibir las amnistías fiscales (el PSOE
promulgó dos), así como que las diferencias salariales dentro de una empresa no
superen el ratio 1 a
12. Quizá suene utópico intentar aproximar esas medidas a las rentas generales
del país, el las que el cociente tiende a infinito: con el creciente monto de
pobres de solemnidad, es como dividir por cero.
Propone la
Conferencia la denuncia del Concordato, bueno ¡ya era hora!
Muchos aceptábamos, en general, la gobernanza del PSOE; pero
lo más criticado era lo que podía día haber hecho y no hacía. Por ejemplo,
denunciar ese Concordato, que sirve para que una banda de haraganes viva del fruto
de nuestro trabajo, seamos creyentes o ateos convencidos. ¿Por qué Zapatero,
arropado por aquella absurda vicepresidenta, les subió la asignación a esa
banda de parásitos desagradecidos, que le ponían a parir diariamente desde el
púlpito de la COPE:
Acaso su cobardía política les impedía llamar a capítulo al nuncio y decirle:
“Mira tio, si ese energúmeno nos sigue insultando, ya puedes empezar las
colectas para pagar a tus curas entre tus fieles y el Vaticano”. ¿O acaso
estaba Ferraz infestado de bonos meapilas
tontorrones?
Según el Anuario
de la Laicidad
en España 2011, de la
Fundació Ferrer i Guàrdia, que se presentó en el Ateneo de
Madrid a finales de Mayo de 2012, la Iglesia Católica
Apostólica Romana recibiría de España ese año 11.000
millones de euros, entre subvenciones directas, beneficios fiscales y
desgravaciones:
6.000 millones de euros, 3.500 de ellos para sus centros
escolares; 600 millones más para pagar a los profesores de su religión; y
sacarán otros 241 millones de la casilla del IRPF.
Según una reciente encuesta de Metroscopia, la mayoría de
ciudadanos -55 por ciento de católicos- piensa que la iglesia debe pagar
impuestos y financiarse sin recurrir al Estado. En Alemania, existe un impuesto
religioso según el cual los fieles sufragan el culto de sus iglesias. Cuando
los primeros gastarbeiters españoles llegaron para trabajar allí, las
autoridades les preguntaron por su religión; muchos se declararon católicos, y
su sorpresa llegó cuando les cargaron en los impuestos una cuota religiosa. Ni
que decir tiene que las siguientes remesas, alertadas, se declararon
agnósticas.
Parece que donde más contestación ha habido ha sido en el
tema de la monarquía. Cuando Ignacio Sánchez Amor explicaba lo que la
comisión ha decidido sobre este apartado,
incluido en la comisión número 1 de la Conferencia, los
rumores se transformaron en silbidos y abucheos.
Remató la faena el presidente de Asturias, Javier Fernández, diciendo que:
"Yo soy de los que piensan que los valores republicanos se pueden mantener
en una monarquía constitucional porque son democráticos. Pero hay monarquías
constitucionales impecables, como la sueca, y hay repúblicas que no.
Vale, tio. No sabes la gracia que les hace a los catalanes
que les rija un Borbón 300 años después de Felipe V.
Al menos deberían dejar abierta la posibilidad de optar por
un presidente y jefe de Estado normalito, y reconocer que los ciudadanos se
muestran cada vez más críticos con esa familia, de conducta tan poco
edificante.
Un jefe de Estado sin prerrogativas regias cobraría un sueldo
decente, con el que mantendría a su familia y punto. La actual Casa Real recibe
cada año casi ocho millones de euros, de los cuales la mitad se le van en gasto
de personal. Lo que reciben por otros conceptos aumenta sustancialmente esa
cantidad
Sirva como botón de muestra que la CR cuente con una Guardia Real
de 1.500 miembros, con una Unidad de Música constituida en Banda Sinfónica,
Banda de Guerra y Sección de Pífanos: 100 profesionales más los mandos.
Recordemos que en 10 Downing Street, residencia y lugar de
trabajo del premier británico, hay un
bobby a la puerta, más que nada para
informar a los turistas que se acercan por allí.
El presidente y Jefe del Estado de Uruguay, “Pepé” Mujica,
vive con su mujer y su perra cojita en una chacra de 50 metros cuadrado; tiene
dos policias vigilando los alrededores y dona el 90 por ciento de su sueldo a
las ONG's.
Hay parlamentarios suecos que viven en apartamentos de 40 metros cuadrados,
y el primer ministro no tiene servicio doméstico y se lava y plancha sus
camisas.
En cuanto al status actual de
bipartidismo no parecen muy dispuestos a cambiarlo, véase la negativa a la propuesta de UCyD en Asturias de
reformar la ley electoral. No está mal que propongan una leve apertura a las listas
abiertas, pero parece poco. Dicen que les encanta la ley electoral alemana,
pero tampoco parecen muy dispuestos a luchar por su imposición. Tampoco han
hablado de la manga de parásitos que viven de la política -145.000 según un
reciente artículo de El Mundo; de los
cuales hay 22.000 altos cargos, 20.000
asesores contratados como personal de confianza, 1.500 asistentes
parlamentarios, 1.800 trabajadores directos de las formaciones y 200 empleados
en fundaciones políticas.
Naturalmente tiene que ser muy dura
para los partidos desencantar a sus clientelas y quedarse sin groupies en las campañas electorales.
Pero el silencio más clamoroso de
la conferencia ha sido el tema Cataluña, la cuestión política más seria con la
que se ha enfrentado el Estado desde la Transición. Ya en
el pasado octubre, ante una envenenada propuesta de UPyD, el PSOE tuvo que
decantarse en el último segundo por la negativa a dejar a los catalanes el
derecho a decidir –el PSC se abstuvo. Parece que en ese último segundo pesó más
la presión de la presidenta andaluza. Lo más razonable hubiera sido la
abstención, no contribuir a sacarle las castañas del fuego a quien había
provocado el incendio: Rajoy, que en una muestra más de su enanismo político y
de sus profundas carencias como hombre de Estado, postuló en la calle pidiendo
firmas contra el Estatut, ya aprobado por los parlamentos catalán y español.
En fin, habrá que leer las
cuatrocientas páginas, pero lo importante es que sigan vivos. La senda parece
trazada y resta esperar que las primarias por las que el elegido tendrá que
caminar se celebren lo antes posible.
Julio G Mardomingo
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