
En el caso de la política, es notorio el viraje del ministro
Gallardón. El que aparecía como la gran esperanza blanca del conservadurismo
ilustrado, como el líder de una derecha civilizada, a la francesa, se ha
convertido bruscamente en un esperpento facha, despreciado incluso por la líder
de la ultraderecha de ese país vecino, por Mme Le Pen.
Porque, veamos: según el padre de este azote de las mujeres,
el niño era ya un fascista de cuidado, pero aparecía, sin embargo, ante los
ciudadanos como un político “progre”: Fue el primer alcalde importante que casó
a dos gays, y también quien permitió la venta libre de la píldora postcoital a
las chicas de Madrid.

¿Qué sucedió para que el refinado hombre público sufriera una
involución fulminante? ¿Para que actúe así el miembro de asociaciones como la Fundación Wallenberg,
que lleva el nombre de aquel pimpinela sueco, y cuya misión declarada es el
desarrollo de campañas de concienciación pública en los valores de la
solidaridad cívica?
¿Por qué ha decidido pasar de ser el político más valorado en
2006, al menos valorado hoy, en un Gobierno donde no aprueba nadie?
Quizá la razón de ese cambio radique en su reconocida
ambición. Tras ocho años en la importante Comunidad de Madrid, pensaría que su
próximo escalón sería darse a conocer como ministro, llegar a presidente de su
partido y, de ahí, saltar al Gobierno de la nación.
Pero quia, la zancadilla política es tan antigua como el
propio arte de gobernar. Aznar, ese Rasputín de la política, parecía decido a
alterar los planes a quien consideraba un contrincante peligroso. Así, primero,
en 2003, le obliga a dejar la presidencia
de Madrid y a presentarse como alcalde de su capital, cediendo el puesto a
Esperanza Aguirre. Resultado: pasar del gobierno de 6.4 millones de habitantes
al de solo 3.2; es decir, la mitad.
Probablemente Aznar,
en su renuncia a una tercera reelección pensaba tomarse un descanso, ganar unas
pesetillas en la troupe mediática de Murdoch, aprender el inglés, y tras haber
dejado como sustituto al dócil Rajoy, recuperar, triunfador, la presidencia para
otros pocos años. Pero, como dijo aquel filósofo marxista, la historia es un
proceso caótico, y unos moros desarrapados le fastidiaron el pasodoble en aquel
triste 11-M.
En 2008, Aznar alecciona a Rajoy para que no lo incluya, ni
como número dos, como pretendía el propio Gallardón, ni como nada, en las
elecciones de ese año.
Al fin, consigue en 2011, ir en las listas de Rajoy, en
cuarta posición, y ¿qué hace como ministro de Justicia? Pues sacarse de la
manga la Ley de
Tasas, que niega prácticamente la
Justicia a los menos favorecidos, y el Proyecto de Ley
Antiaborto, un insulto a las mujeres y un grave perjuicio para todos. Resultado: se hunde en la valoración de los
ciudadanos, pasando al último lugar, junto a esa absurda ministra santurrona,
que delega la solución del paro a la
Virgen del Rocío.
¿Por qué, un polítictan experimentado se ha metido en esos
laberintos, sobre todo en el último, en el del aborto? Quizá la respuesta radique en
ese afán por llegar a la presidencia de su partido y del país, y en que dado que
por la izquierda del PP le cerraron todos los caminos, lo intente ahora por la
derecha.
De todas formas no cuadra bien que la cabeza de la derecha
“civilizada” pase de golpe a convertirse en un sacristán de pueblo, en una rata
de confesionario, en un mamporrero del repelente Rouco.
Y todo ello en un país en el que el número de católicos
desciende vertiginosamente: ya sólo el 13 por ciento de los que se dicen
católicos son practicantes, con un altísimo porcentaje de jóvenes que pasan de las religiones.
Suponemos que la presión interna y la europea acabarán
eliminando los puntos más conflictivos de ese aberrante anteproyecto y, posiblemente, y se darán por satisfechos simplemente por haber eliminado una ley del PSOE de 2010.
Parece que todos lo dan por hecho en ese
partido de granujas menos ese neocatecúmeno misógino.
La última payasada de ese ministro ha sido decir que su ley será positiva para la economía del país.
Julio G Mardomingo
La viñeta del astronauta es de "Mongolia"
La de más abajo es de "El Roto"